En pocos días los rionegrinos se dirigirán a las urnas a premiar o castigar a sus gobernantes. Para la mayoría del electorado no entrarán en debate los méritos personales de los diferentes precandidatos. El oficialismo intentó ocultar el sol con las manos cuando negó la llegada de la legión nuclear. El humor social se posicionó en el centro de la escena por la construcción de la Planta Energética. Se acaba la diplomacia cuando llegan las elecciones.
En la semana, el Gobierno cometió un error comunicacional. Tuvo la pretensión de esconder la presencia de 38 chinos que arribaron para recorrer la costa atlántica. La comitiva examinó las playas de Viedma y Sierra Grande, sin arrojar indicios de la real ubicación. Los visitantes provocaron dispar reacción en las comunidades. En la capital provincial se generaron una serie de movilizaciones y una nueva asamblea contra la instalación de la Central, en cuestión de pocas horas. El debate retornó a la Catedral, a la postre, resultó el de mayor convocatoria. Las propuestas para hacer oír el reclamo fueron tan variadas como la composición de la asamblea. Algunos sugirieron la realización de escraches. Todo culminó con 200 personas que democráticamente entonaron las estrofas del himno nacional frente a una vacía Residencia.
Esta secuencia desencajó al Gobernador, que se extralimitó con sus apreciaciones sobre los asambleístas, abandonando toda regla de cortesía. Los catalogó de jubilados y empleados públicos de privilegio. Dejó entrever que sólo aquellos que tienen tranquilidad salarial se manifiestan contra la potencial fuente de trabajo que significaría la radicación de la Planta Nuclear. Tales argumentos denotan desconocimiento de la idiosincrasia de esta población o, simplemente, fueron un intento de exacerbar los ánimos de los asambleístas para que sean ellos quienes crucen la línea del agravio y la agresión, generando el rechazo del resto de la comunidad. Esto último no sucedió, solo se deslegitimó la envestidura del mandatario provincial.
La incomodidad también anida en los propios. Una centena de funcionarios de segunda y tercera línea, oriundos de la capital, sufren a diario el reclamo de familiares y amigos contra la instalación. No saben qué contestar, varios por lo bajo se expresan en contra. Quizás el Gobierno debiera continuar con ellos el proceso de capacitación que inició con periodistas que visitaron Atucha. A esta altura, queda claro que JSRN deberá franquear otro proceso electoral, el de la consulta popular vinculante en esta materia. Será la única forma en que podrá demostrar que tiene la licencia social para este proyecto. La defensa del medio ambiente, que se ha hecho carne en varias regiones, y la desconfianza a la inversión China, no brindan otra opción. Si en las urnas la población se manifiesta en contra, los problemas se trasladarán a la relación con Nación, que, en este trance, sólo le ha puesto palos en la rueda a la ilusión de Weretilneck.
Uno de los principales afectados por la polémica Central, es el Vicegobernador. El anuncio de esta planta generadora de energía se convirtió en una nueva Ley de Disponibilidad para su figura. No por poner en crisis las fuentes de empleo estatal, sino porque lo enfrenta con los intereses de una amplia porción de la ciudadanía viedmense. En la semana sufrió el intentó de interpelación de asambleístas que lo cruzaron en un lugar público. Esto lo hizo rememorar su principal crisis con el pueblo que lo vio nacer y le ha dado cobijo durante sus 56 años de vida.
El 29 de diciembre de 2011, al entonces Legislador le tocó ser uno de los miembros informantes, acompañar con su voto la iniciativa que puso en vilo a 20 mil agentes estatales, la mayoría residentes de la ciudad capital. Él fue uno de los dirigentes que pagó el costo político por esta disposición que, finalmente, nunca se puso en práctica. Pesatti, casi como un ruego, implora que se resuelva la radicación en Sierra Grande. El Vice estuvo 4 años trabajando denodadamente para recomponer con sus vecinos. Ahora, en el medio de la contienda electoral, surgió este nuevo karma.
Mientras tanto, los diferentes candidatos continúan su carrera hacia las Primarias. Lorena Matzen recorre con intensidad la provincia. Sabe que tendrá que luchar para atravesar la barrera del 20 % que obtuvo Macri en el 2015. Los responsables de Cambiemos, para arengarla, le brindan números auspiciosos. Le informan que ya habría atravesado la barrera de los 15 puntos. En esa misma encuesta, Gatti cosecha 34 puntos; Maria Emilia Soria 31 % y Odarda se encuentra en el cuarto lugar, con 8 % de intención de votos. Los restantes son indecisos que inclinarán la balanza al final. Cuesta creer la performance que le atribuyen a la Senadora. Acostumbra realizar buenas elecciones intermedias, en 2009 se ubicó tercera, con 24 % de los sufragios; en 2013, llegó al Parlamento Nacional gracias al 26 por ciento que la situó en el segundo puesto.
Matzen camina desentendida de aquellas estadísticas. Intuye que su debate debiera ser con JSRN para que sus chances crezcan. Si bien desde las usinas macristas le indican que debe confrontar con el Frente para la Victoria, la joven radical preferiría castigar al oficialismo. En sus habituales timbreos recoge críticas a la gestión provincial. Además, reconoce fastidio ante lo que considera “aprietes” por parte de funcionarios hacia personas o instituciones que ella ha visitado. Está convencida que pelea con Gatti por los mismos votantes, dado que los del FPV son un “núcleo duro”.
En 14 días, cuando se abran los sobres en el cuarto oscuro, estaremos analizando más que una encuesta; justo dos meses y medio antes de la elección general, con la certeza de que el 52 % que obtuvo Juntos en 2015, es simplemente una foto que grafica parte de la historia. Esta realidad impondrá otros números. Queda por a ver a quien le ofrenda la victoria.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo