Cuando las veredas limpias importan más que la memoria

La Policía de Patagones pretendió evitar que se pinten los pañuelos de Madres y Abuelas en una plaza.

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Vecinos de la Comarca se movilizaron en Carmen de Patagones para recordar a las víctimas de la dictadura en el marco de las actividades por Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, pero la nota de la jornada la dieron mandos y efectivos de la Policía Comunal que pretendieron evitar que se pinten los icónicos pañuelos que identifican a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y que representan la lucha por conocer el destino de miles de desaparecidos.

La situación fue repudiada desde diferentes sectores y las fotos y videos de lo sucedido se viralizaron a través de las redes sociales.

"Hoy en un acto pacífico como pocos, con niños pequeños y con pibes pintando pañuelos en la vereda de la plaza,  el comisario de Patagones arremetió violentamente e interrumpió el acto amenazando llevar preso a medio mundo", denunció públicamente anoche Nicolás García 
secretario general de CTA Patagones .

El dirigente apuntó que "hay responsables que incitan a las fuerzas de seguridad, a gente que tiene que obedecer órdenes y portar armas, al odio y al vale todo. Y que ese desquicio, en un pueblo chico como Patagones, casi trae como consecuencia una represión en un acto pacífico que tenía un montón de niños de menos de diez años, de ancianos y de otra gente que no quería joder a nadie".

"Sí, pintamos pañuelos de las Abuelas y Madres. Mañana una de las discusiones será si está bien o no ensuciar la vía pública. Nosotros escucharemos las críticas y, como siempre, daremos nuestra explicación. Para nosotros no es ensuciar. Es una manera de recordar a la sociedad que acá se impuso un proyecto de país secuestrando, torturando, violando, asesinando, desapareciendo adultos y robando bebés. Que hubo mujeres que pudieron frenarlos pacíficamente. Y que queremos que las atrocidades no se repitan Nunca Más", agregó el dirigente.

Desde la CTA además se exigió "la seguridad e integridad física de todos de los participantes del acto amenazados por el comisario".

Los uniformados arribaron a la Plaza 7 de Marzo cuando finalizaba la movilización con el estampado de los icónicos pañuelos sobre las veredas, allí irrumpieron entre los manifestantes indicando que tenían órdenes de identificar a quienes cometían el delito de ensuciar las veredas.

El hecho generó sorpresa e indignación de varios de los manifestantes, que trataron de explicar que no se trataba de un acto vándalico, sino del ejercio de la libertad de expresión y del rechazo a la política del terror de la última dictadura, pero no hubo argumentos que convencieran a los uniformados.

Aunque finalmente los policías optaron por retirarse cuando los organizadores de la marcha les explicaron que los pañuelos estaban siendo pintados con una pintura lavable con agua. 


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