Señor Director:
Escribo esta carta con la
esperanza de que Ud. tenga a bien publicarla, porque siento que algo está mal
en este sistema representativo en el cual quienes son elegidos para
representarnos parecen ignorarnos olímpicamente sin que a nadie se le mueva un
pelo.
Los candidatos en campaña no
dejan en claro cuáles son los principios básicos que rigen sus vidas y sobre
los cuales tomarán decisiones al momento de representarnos y, como si eso fuese
poco, van en listas sábanas que terminan siendo caballos de Troya de la
política… de la política turbia, poco transparente.
En estos días se votó y aprobó en
la Cámara de Diputados la ley del aborto.
Una ley, que no es una ley cualquiera porque atañe al derecho primero y
fundamental de todos los seres humanos, el derecho a la vida, sin el cual los
demás derechos son innecesarios.
Puede alguien creer que el 100%
de los rionegrinos están contentos y felices, como se mostraron el 100% de los
Diputados rionegrinos, de que se haya dado el primer paso para aprobar una ley
que decide quienes pueden tener más derecho a vivir y decidir sobre vidas de
otros y quienes tienen derecho a quitarla o incluso hasta obligar a actuar
contra la convicción íntima y de conciencia
a médicos que consideran que efectuar un aborto es asesinar y asesinar al más
débil, ese que ni siquiera puede suplicar que lo dejen vivir?
Mientras tanto un aparato
infernal de propaganda utiliza cuanta herramienta le queda a la mano con tal de
convertir el aborto en una cuestión de civilización y modernidad, versus una
posición retrograda propia de quienes creen en religiones o supersticiones.
Quienes parecen estar alejados de
la realidad son quienes no pueden explicar qué hace que un bebé se convierta en
humano.
Si un bebé que no nació no es un
humano con derechos, por qué sus padres cobran asignación por hijo antes de que
nazca?
Si un bebé que no nació no es un
ser humano, por qué si al asesinar a su madre lo asesinan también a él, el
asesinato se considera doble?
No es lo mismo “despenalizar” que
“legalizar”. Matar estará mal, siempre
está mal aún cuando sea en defensa propia y se consideren los atenuantes que
quitan la pena a quien se defendió matando.
Legalizar el asesinato sería como para dar vía libre para matar, como si
la vida no valiese nada.
Algo no está bien… los DDHH no
son para todos iguales. El Estado que
debiera ser la voz de quienes no tienen voz, hace silencio y hasta propicia la
trampa para que los representantes no nos representen a todos.
Creo que la ley que se votó tiene
características propias de nazis y fascistas… y me duele que ni un solo
representante de los rionegrinos haya sido capaz de presentar la más mínima
disidencia.
Le agradezco me permita ser la
voz de los rionegrinos que no tuvimos voz, ni voto, que nos represente en el Congreso.
Juliana María Bugiolacchi
DNI 17.536.313 - Viedma
22 octubre 2019
Interés General