La política rionegrina se mantendrá inerte hasta entrado el
2019. La única coincidencia entre los jefes del JSRN y el FPV es la
conveniencia de dejar pasar el tiempo. Todos los demás bailan al ritmo que ellos
imponen en sus respectivos espacios. La tercera pata de la mesa electoral no puede
hacer pie, no instalará su agenda.
Weretilneck con casi nada se posicionó en el centro de la
escena nuevamente. A través del circulo de incondicionales dejó correr el rumor
de su intento re reeleccionista, ofrendó tranquilidad a la novel fuerza
política paraestatal. Públicamente volvió a exhibir cercanía al vicegobernador,
instauró total normalidad en el oficialismo.
En JSRN el debate interno jamás existió. La construcción
colectiva es una entelequia. Los hermana la chequera estatal en todas sus
dimensiones. Como en una secta, se ha anulado el pensamiento crítico. Nadie se
pregunta cómo logrará el líder el acceso a una tercera candidatura de forma
consecutiva cuando lo prohíbe la carta magna provincial.
No ponen en consideración la gravedad de una posible
violación a la Constitución. Se impuso el pensamiento mágico, con el Gobernador
a la cabeza se sienten competitivos. La patrocinada pelea entre las distintas
ramas del PJ y la pronosticada “operación contra Soria”, coronan la postulación
de quien firma los decretos para adquirir bienes y servicios a proveedores y
designa funcionarios en el Estado Provincial.
Las últimas encuestas de Eco Consultores aún no han salido a
la luz. Tras la demora se vislumbra un dato alarmante. La percepción general de
la gestión Weretilneck no es mala, pero la población mayoritariamente rechaza
las re reelecciones. De todos modos ya instaló su realidad: No hay plan B
dentro de la estructura partidaria. El mandamás concretó la idea inicial, ganó
tiempo postergando el síndrome de pato rengo. Evitó la calamidad de una
anticipada diáspora.
Martín Soria arribó a Bariloche para entregar credenciales a
los afiliados históricos. Colmó el gimnasio de una escuela ubicada en el
popular barrio Virgen Misionera. Antes recorrió las 3 unidades básicas del PJ. Hay
un abismo entre el intendente de General Roca y el resto de los dirigentes del
FPV. La hegemonía electoral lograda en su terruño es diametralmente opuesta a
la dispersión de nombres en las otras grandes ciudades.
Tanto en Bariloche como
en Viedma y Cipolletti no se avizora un liderazgo claro dentro del FPV. Más
allá de las dificultades locales, no se erigen supremacías para conducir los
procesos políticos. Se puede ver la mano de Soria detrás. Cuando el PJ habilitó
la posibilidad varias Unidades Básicas evitó luchas fratricidas, o en todo caso
las pospuso. También contribuyó a la fragmentación del principal partido de la
oposición.
Desde esa lógica Soria
recibe escuetamente a todos. Encabeza el proceso gracias a la fortaleza que le brinda
su intención de voto. Su impronta verticalista realiza un aporte a la cohesión.
Los tiempos de las definiciones son de su absoluta potestad. El éxito o fracaso
de la “teoría de la dispersión” será merituado tras los cierres de listas del
año próximo. La victoria elevará al titular del PJ al olimpo. En cambio, una
derrota dejaría nuevamente a la familia roquense en un escenario de brutal
soledad.
Cambiemos ha construido
una realidad paralela en esta tierra. Los dirigentes de los tres partidos que
lo componen se esfuerzan por mostrar confianza en sus socios. Los del PRO
reportan directamente a los intereses de la Casa Rosada, al fin y al cabo son
empleados de los organismos federales radicados en Río Negro. El diputado Wisky
ha demostrado nula pericia en el armado político de su espacio.
Están condenados a
remolcar el ancla de la imagen presidencial. El rechazo a Macri tiene picos del
80 por ciento en algunas ciudades. Se fotografían
con ministros nacionales pero no han podido concretar gestiones. El intendente
Germán Epul cargó duramente contra la gestión macrista en su discurso del
aniversario de Cinco Saltos.
No fue caprichoso tal
castigo, estuvo debidamente fundado. En el año 2016 en ese mismo palco, Juan
Martín cosechó aplausos al mostrar una carta compromiso de Nación para financiar
20 cuadras de asfalto. Dos años después los recursos brillan por su ausencia.
Mismo destrato han sufrido los propios.
El jefe comunal de Sierra Grande, Nelson Iribarren, padece el plan de viviendas
y la ruta a Playas Doradas. Han sido ecuánimes en el incumplimiento de
compromisos.
El radicalismo se
ilusiona con el acuerdo entre JSRN y Cambiemos. Ven es esa fusión la posibilidad
de acceder a cargos electivos provinciales nuevamente. Su visión es más
terrenal, después de tocar fondo apuestan al futuro. No será fácil tal cierre
por la mala percepción del presidente. La Coalición Cívica se adaptará a lo
resuelto en Capital Federal, sin perder de vista la difícil misión de defender
sus dos legisladores. Cada fuerza transita por su andarivel de realidad.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo