En el Instituto Patria están asombrados por la velocidad con que los gobernadores hacen gestos a favor de Alberto Fernández. Algunos lo han hecho público desde el día del anuncio de la fórmula conjunta con Cristina Fernández de Kirchner.

En Rio Negro llamó la atención que ningún dirigente de Juntos se haya expresado al respecto. Ni siquiera aquellos que han comulgado con el kirchnerismo en algún momento de su trayectoria política.

El silencio obedeció a la estrategia de Weretilneck de esperar hasta último momento la irrupción del Peronismo Alternativo de la mano de Miguel Pichetto. Esa instancia parece agotarse porque el Gobernador se plegó al lote de mandatarios que se comunicó con la usina kirchnerista para ofrecer una foto que muchos desean.

Weretilneck invitó a Alberto Fernández a Bariloche para visitar INVAP. Apenas 20 días después de recorrer las instalaciones con Roberto Lavagna y Miguel Pichetto. Mientras persiste la indefinición en Alternativa Federal el mandatario rionegrino decidió acercarse al binomio que pica en punta a nivel nacional para ejercer presión.

El Gobernador tiene antecedentes de sobra en expresar distintos apoyos en un lapso breve de tiempo. En el 2014 anunció su acompañamiento a Sergio Massa y pocos meses después se hizo cargo de la distribución de la boleta azul de la fórmula Scioli-Zannini.

Ni bien asumió Macri expresó irrestricto acompañamiento avalando el “consenso fiscal” que ratificará el próximo jueves en la Legislatura. Como corolario de esa votación los estatales rionegrinos sufrirán un perjuicio importante en sus salarios al ser alcanzados por el impuesto a la ganancia.

Advertido de los eternos vaivenes de Weretilneck, en el entorno de Alberto Fernández analizan con frialdad la posible visita. Por ahora pusieron “en espera” el arribo a Rio Negro del precandidato presidencial. Tienen casi la certeza que terminará siendo candidato de Alternativa Federal.