Honorio Lavigne es un
bombero "de toda la vida" en Las Grutas. Tiene 70 años y, tras estar
39 de servicio, hoy cumple tareas pasivas atendiendo el teléfono del cuartel.
Pero la semana
pasada, cuando el fuego se acercaba al poblado, no dudó en ponerse nuevamente
el uniforme y salir a batallar contra las llamas.
“Dejé gran parte de
mi vida aquí. Uno no deja de ser bombero, lo es toda la vida”, resumió Honorio,
quien fue felicitado por la gobernadora Arabela Carreras como símbolo y ejemplo
del trabajo denodado de los servidores públicos que combatieron el incendio de
campos.
Honorio fue jefe del
cuartel muchos años y eso es cosa de familia. Hoy tiene el gran orgullo de ver
a su hijo Damián en la conducción del cuerpo de bomberos del balneario
“haciendo las cosas mejor de lo que uno lo hubiera hecho”.
“Es todo un equipo de
trabajo. Estuve desde los inicios de esta institución y he trabajado por varios
lugares. Ahora integro la Comisión Directiva. Lógicamente ante estas
emergencias, uno se arrima y da la mano que sea posible. Aporta y se pone a
disposición del jefe a cargo”, explicó.
En abril, Honorio
cumplirá 39 años en el cuartel: “Llegué en el año 1986, e inmediatamente me
incorporé”, recordó. Y aseguró que mantiene “el espíritu” de ser bombero
voluntario: “Muchas veces las personas nos dicen que la actividad del bombero
debería ser rentada. Yo siempre digo lo mismo, si a mí me pagaran yo no haría
esto. Porque esto es un sentimiento diferente. Si a mí me hubiesen ofrecido un
sueldo, no hubiese sido bombero. Esto es otra cosa, es el alma”.
Honorio dedicó gran
parte de su vida al trabajo como bombero, con momentos buenos y malos. Y deja
un consejo para los más jóvenes: “A los que recién entran siempre les digo que
dediquen tiempo al cuartel, pero sin descuidar a la familia”.

30 diciembre 2025
Río Negro