El 11% de las mujeres de 18 a 49 años en Argentina
declararon haber sido víctimas de abuso sexual durante su infancia o
adolescencia, es decir que -extrapolándolo a las infancias- al menos 1 de cada
10 niñas y adolescentes sufren violencia sexual en Argentina, según datos de la
Encuesta Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes de Unicef (2019-2020).
“Es bastante inédito tener un dato así en nuestro país y
sirve bastante para dimensionar la problemática, teniendo en cuenta que las
denuncias en los casos de abuso sexual se estima que son muy bajas porque
justamente la mayoría de los casos en que niños y niñas sufren este tipo de
violencias son cometidos por su entorno cercano o familiar”, subrayó la oficial
de Protección de Derechos y Acceso a la Justicia de Unicef, Sabrina Viola, en
una entrevista con Télam.
En vísperas del Día Internacional de Prevención del Abuso
Sexual Infantil, la especialista advirtió que “hay muchos obstáculos que
convergen para que esa situación tarde mucho en exponerse: muchas veces, los
niños y niñas tardan en reconocer que están sufriendo violencia sexual y cuando
hablan no se les cree o las personas con las que tienen contacto cotidiano no
saben cómo detectar esas situaciones”.
En Argentina no existen datos unificados sobre denuncias,
causas en proceso judicial o la cantidad de condenas por abuso sexual, más allá
del registro de programas nacionales de protección como las líneas 102 y 137,
por lo que Unicef decidió incorporar en su última encuesta nacional la pregunta
concreta sobre si “en su niñez o adolescencia, ¿alguna vez alguien la obligó de
alguna manera a tener relaciones sexuales o realizar cualquier otro acto sexual
cuando no quería hacerlo?”.
El resultado fue que el 11% de las mujeres de 18 a 49
años consultadas reconoció haber sufrido abuso sexual infantil, lo que ubica a
la Argentina dentro de los registros internacionales de la Organización Mundial
de la Salud (OMS) que indican que 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres
adultos declararon haber sufrido abusos sexuales en la infancia, la mayoría de
los cuales tiene lugar en un contexto intrafamiliar.
El mayor porcentaje de mujeres que admitieron haber sido
víctima de abuso infantil son de sectores socioeconómicos más bajos (13,5%),
con estudios secundarios incompletos (12,6%) y se encontraban en la región
patagónica al momento de realización de la encuesta (14,3%).
La vocera de Unicef sobre la temática advirtió que “hay
complejidades que hacen que muchas veces los chicos callen por miedo, por
vergüenza, por pensar que pueden ser estigmatizados, por miedo a ser
amenazados; y las madres también muchas veces tardan en saber qué hacer porque
hay dependencia económica o incluso también sufren violencia de género, lo que
complica que se conozcan los casos”.
Durante la pandemia, las medidas de aislamiento sanitario
obligatorio generaron “un aumento considerable” en el pedido de ayuda en casos
de violencia sexual e intrafamiliar y, de acuerdo al reporte de la línea 137 de
atención especializada, se registró un aumento del 48% en los llamados
recibidos a partir del confinamiento respecto al período anterior, comprendido
entre octubre del 2019 y el 19 de marzo de 2020.
De hecho, un 60% se dieron desde el inicio del
Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).
“Sucedieron distintas cosas: la convivencia
ininterrumpida con quien podría ser el agresor y también que los chicos y las
chicas dejaron de tener contacto cotidiano con la familia ampliada o con
docentes y amigos que tienen en la escuela o en instituciones deportivas. Esta
red es muy importante para la detección temprana y al verse interrumpido eso,
los riesgos aumentaron un montón. Además, al comienzo del ASPO muchos sistemas
de protección se vieron interrumpidos”, explicó Viola.
Y recordó que, por ese motivo, Unicef lanzó durante el
año pasado una campaña de concientización y prevención para la detección
temprana de las violencias.
“Desde Unicef nos parece fundamental sensibilizar a la
sociedad sobre qué es la violencia contra niños y niñas, qué es el abuso
sexual, y cómo uno puede involucrarse y ayudar y hacer que el Estado actúe; y
cuáles son los organismos donde se puede recurrir para recibir asesoramiento,
ayuda y protección”, sostuvo Viola.
Y agregó que es importante que haya una capacitación de
todos los actores que están en relación a las infancias en su vida cotidiana
para “mejorar la detección temprana y lograr una escucha adecuada” en casos de
abusos sexuales, en tanto que precisó que desde Unicef "se trabaja con
otros sectores para lograr una mejor articulación de los organismos estatales
en los procesos de atención, protección, acceso a la Justicia y respuesta en el
caso de abusos sexuales”.
“Hay que brindar un abordaje integral, con intervenciones
adecuadas para no revictimizar a los niños y niñas llevándolos a brindar
declaraciones en reiteradas oportunidades o exponiéndolos a muchos exámenes
físicos. Es necesario que las escuelas, los organismos de Salud, de Protección
de la Niñez, el Poder Judicial, las comisarías sepan fortalecer la
coordinación”, afirmó Viola.
6 noviembre 2024
Nacionales