Según estimaciones policiales, unas 350 personas se convocaron en la plaza San Martín, acompañando a los familiares y amigos del efectivo policial ultimado el domingo pasado de un balazo en la cabeza y reclamando más seguridad en la ciudad.
En principio, los familiares junto con el vecino Héctor Zalaya –otro de los organizadores de la marcha- intentaron entrevistarse con el ministro de Gobierno, Diego Larreguy, pero ante la ausencia del funcionario, decidieron trasladarse al edificio de Tribunales.
Allí, fueron recibidos por el vocal del Superior Tribunal de Justicia, Víctor Sodero Nievas, quien comprometió su apoyo y garantizó la mayor celeridad posible en la investigación del hecho.
Luego, la columna retornó a Casa de Gobierno donde finalmente fueron recibidos por Álvaro Larreguy, hermano del ministro y funcionario de la cartera política, quien también confirmó el apoyo del área.
“Voy a seguir”
Norma, madre del efectivo asesinado, agradeció el acompañamiento de la comunidad y reclamó justicia y seguridad para todos. “Queremos que se haga justicia y estos chicos (por los presuntos autores del crimen) paguen lo que hicieron”.
“Voy a seguir luchando lo que me quede de vida hasta que se haga justicia”, dijo Norma a la prensa.
“Es un golpe muy duro. Estamos recién cayendo, de a poquito”, dijo, por su parte, Ángel, hermano del policía asesinado. “Tenemos miedo que el autor quede con una sentencia mínima dentro de pocos años. Quitaron una vida al azar y ahora salen libres de la nada”, dijo.
Señaló que “los chicos de los barrios tienen que ser asistidos, pero no como lo hacen ahora. Hay que educarlos. Se está abordando mal todo. Se necesito una acción que impacte en ellos y que logre sacar adelante a esta ciudad”.
Dijo sobre el hecho que “lo único que se sabe es que Andrés estaba en una camioneta buscando a un perro suyo y de la nada le pegaron un tiro”.
“No le quisieron robar, ni nada. Además, estaba de civil”, dijo el hermano y señaló que solo el autor del disparo “sabe si lo reconoció como policía o no”.
Negó que su hermano haya participado de los conflictivos sucesos que se desarrollaron antes y después de la muerte de Guillermo Trafiñánco. “No creemos que sea un ajuste de cuentas”, señaló.
De la marcha participaron además los cinco hijos del Lucanera de 1, 4, 5, 7 y 10 años. “A los chiquitos les dijimos que su papá está con el abuelo, cuidándolos desde arriba”.
“Ahora quiero creer en la justicia. Dentro de un tiempo pregúntenme de nuevo y vamos a ver que decimos”, dijo el hermano, y señaló que le apoyo de la comunidad fue “fundamental”.
Sobre la marcha, dijo que ”la gente está exigiendo seguridad para todos. Es contra los empleados de comercio, los colectiveros, la gente que anda en la calle. No podemos salir con celular, con cartera, con nada”.
Más voces
Durante la marcha se pudo ver además a las autoridades de la Asociación Civil Unión Policial (ASUPOL) una entidad que lucha desde hace tiempo para ser reconocida por la fuerza como referencia gremial.
El vicepresidente de la entidad, Rodolfo Mastrangelo, dijo que “hemos concurrido a la convocatoria de los familiares en apoyo y porque tenemos un trabajo desde nuestro sector para apoyar al efectivo”.
“Estamos en desacuerdo con esta escalada de violencia contra la gente de nuestra comunidad. Todos somos un poco responsables de lo que está pasando. Tenemos hechos muy graves con criaturas y hombres”, dijo Mastrangelo, reconocido artista plástico.
“Basta e muertes innecesarias. Que los responsables de todas las áreas se pongan las pilas y que esto no se repita. Basta de robos, de homicidios. Respetemos más la vida humana”, pidió.
Señaló luego que “el Estado debe hacerse cargo de sus cosas. No pueden obviar las cosas que se presentan todos los días. Quieren poner todo debajo de la alfombra. Hay que se amplios y honestos”.
“La policía tiene que expresar lo que sienten. Lo que pasó con Lucanera tiene que ver con esta desprotección que tiene la policía”, dijo finalmente.
22 noviembre 2024
Viedma