Las notas fueron enviadas a la Presidenta  del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Provincia, Adriana Gutiérrez, a la Defensora de Menores e Incapaces, Patricia Arias y a la ministro de Familia, María Teresa Seghezzo y están firmadas por la Secretaria de Desarrollo Social, Sonia Hurtado.

El escrito pone especial énfasis en la actuación de cada organismo teniendo en cuenta la repitencia de los hechos y de los actores involucrados.

El objetivo es complementar acciones con el Programa de Contención y Capacitación Laboral a Jóvenes en Riesgo Socio Legal, destinado a jóvenes mayores en conflicto con la ley, que ya lleva un año. El programa está dirigido a mayores, pero no incluye en cuestiones laborales a los menores y por eso se solicitan los informes.

“Nos dicen que estos jóvenes son incontrolables"

En este sentido, la titular de Desarrollo Social, Sonia Hurtado, dijo a La Palabra que en las notas se pide una evaluación de los trabajos que realiza cada una de las áreas afectadas a la temática. Un pedido de ayuda ante una situación muy compleja en su abordaje.

Más allá de los pedidos, Huratdo destacó que el fruto del trabajo en el ámbito municipal con los jóvenes “ha sido muy positivo, pero trabajamos solo con mayores de edad y el problema principal es el de los menores”, aunque aclaró que “si bien son los menores los causantes de los conflictos, es verdad que son los mayores los que están en convivencia con los chicos”.

“El programa, que en principio se implementó en el Lavalle, también incluía a los menores que iban a la escuela en la modalidad virtual, pero se dificultaba demasiado el trabajo porque faltaba recurso humano al ser otro tipo de trabajo el que se debe hacer”, explicó la funcionaria.

Señaló que actualmente hay varios grupos de jóvenes que están trabajando en diversos proyectos. “Algunos trabajan en forestación, otros en obras públicas haciendo veredas, también limpian la calle 25 que estaba muy sucia. La mayoría se levanta a las 5 de la mañana para evitar trabajar bajo el sol de la tarde”, explicó.

Aseguró que tantos los profesionales del municipio, como otros vecinos y la policía han advertido “que ha cambiado la forma de vida de estos chicos, y ha bajado la cantidad de denuncias de delitos y violencia”.

“Esto tiene que ver no solo con el trabajo. Eso es una pata. También hay una tarea de asistencia porque forman parte de trabajos de reflexión, de charlas y de talleres”, dijo.

“No podemos escapar al tema porque somos viedmenses y la población con la que trabajamos es la misma. Estamos hablando de hermanos, primos de los chicos bajo programa. Estos mismos jóvenes vinieron preocupados por esta situación”, aseguró luego.

Agregó que “los mismos chicos nos dicen que estos jóvenes son incontrolables y tienen algún enfrentamiento casi natural con la policía. Este es otro trabajo en el que se debe trabajar, achicando la brecha y demostrando que la policía no es el enemigo”.