A esta situación se agrega la escasez de determinados productos o los fuertes incrementos en los precios de otros.

Miguel Galiano, propietario de un tradicional comercio vinculado a la venta de indumentaria, señaló que “hace tres meses que las ventas bajaron casi un 50 por ciento”.
Profundizó el concepto y dijo que la situación se agravó en los últimos 90 días: “Se vende cada vez menos”, remarcó.

Según el empresario la recesión está originada “en los despidos (en realidad, no renovación de los contratos) de cientos de empleados estatales. Muchos de ellos tienen cuenta corriente y ahora no pueden pagar; nosotros no podemos obligarlos a que lo hagan”.

Galiano admitió que el cambio del estado de ánimo de la gente es notorio entre sus clientes. Al respecto dijo que “se los ve preocupados, tristes, con caras largas”.

Advirtió que de no revertirse la situación les será muy difícil cumplir en tiempo y forma con las obligaciones fiscales y patronales, motivo por el cual en los próximos días se reunirá la Cámara de Comercio de Viedma para analizar esta problemática y estudiar un posible pedido de moratorias y planes de pago.

Juan Bautista Gazia, presidente de la entidad, confirmó que “desde el año pasado se siente la paralización de la venta” y recordó que ya se planteó este tema al gobernador en el encuentro mantenido hace tiempo.

Por su parte, el empresario turístico Juan García Belver, secretario de la entidad, señaló que hubo contactos con autoridades provinciales y municipales, pero “no ha sido fácil porque hemos tenido distinto grado de repercusión por esta temática”.

Si bien admitió que “no debe ser fácil para las nuevas autoridades encarar este nuevo panorama” entendió que esta situación “afecta a la ciudad y deberían acelerar este proceso”.

El aumento de tasas, otro problema

Por otra parte, Gazia entendió que en medio de la crítica situación, el comerciante viedmense deberá encarar un nuevo escollo: la nueva ordenanza impositiva municipal.

El empresario criticó el proyecto del Ejecutivo que propone un aumento de tasas porque “cambia el espectro totalmente, ha rezonificado la ciudad y ha aplicado nuevos coeficientes que en muchos casos son muy grandes”.

También cuestionó los tiempos dispuestos por el Concejo Deliberante para presentar propuestas y modificaciones al proyecto que ya fue aprobado por mayoría en primera vuelta.

“Nos obligan a analizarlo rápidamente porque los plazos establecidos son muy prenotorios. Un proyecto que a ellos les llevo meses elaborarlo no puede analizarlo la comunidad en 15 o 20 días”, dijo.

Por su parte, García Belver señaló que la entidad tiene hizo un primer análisis de la iniciativa con profesionales propios y “se determinó que hay cierta asimetría en la aplicación de los aumentos”.

Entendió que esta situación “debe ser revisada profundamente porque tiene que ver con la equidad social. No tiene que cargarse el aumento sobre las pymes y minipymes, sino que debería ser más equitativo”.