La antropóloga e investigadora Beatriz Carbonell ha sido reconocida una vez más a nivel internacional por su ponencia “Cosmología, identidad y cultural, material en el ritual andino de la capac hucha, de los niños ofrendados en LLullaillaco". De esta manera, participará del Congreso Internacional de Arqueología WAC 7 en Amman (Jordania), entre los días 13 a 18 de enero del 2013, donde expondrá su investigación que ha llevado cuatro años sobre los niños y el ajuar hallados en el volcán a 6700 mts de altura en Salta.

Cabe recordar que analiza el hallazgo arqueológico hecho por Johan Reinhard y arqueólogos argentinos, a 6739 metros de altura, donde "se rescataron tres cuerpos de niños congelados con un ajuar funerario que no había sido profanado. Los tres niños se encuentran en perfecto estado de conservación natural y sus órganos, incluido el cerebro, están intactos", explicó Carbonell, y agregó que este análisis del ajuar “permitirá conocer de manera eficiente la disposición natural del ritual ofrecido, y la iconografía nos permitirá interpretar detalles importantes del contexto en que se desarrolló dicha ceremonia".

El Comité Internacional que ha elegido este tema -entre otros- marca  su mayor interés en las nuevas metodologías que consideran al “cuerpo” como material cultural a analizar en los hallazgos junto a los cerámicos y textiles encontrados, práctica que, más allá del trabajo exhaustivo que esta especialista ha realizado durante tantos años en diferentes culturas de Guatemala, México con los mayas, Perú sobre cultura Nasca y Sacerdotes Q`eros, Argelia, Sahara Occidental con las tabibas del desierto y la región sur de Patagonia Argentina y Chilena, colocan a los especialistas argentinos en una perfomance reconocida en el mundo académico.Para Carbonell este reconocimiento también significa que “desde la Universidad Fasta, establecimiento al que represento, Bariloche, Patagonia (Argentina), se puede desarrollar un trabajo de investigación serio que ubica a nuestra ciudad, en el más alto nivel de la arqueología y la antropología del mundo”.

FUENTE: Natalia Lovece