En el segundo artículo de la ley hablamos de “celebración”, y la palabra no es azarosa, porque en esa fecha se inició el ingreso formal de Río Negro a la plena vida institucional de nuestro país, con autonomía y poder de decisión propio.
En términos concretos, significó el comienzo del proceso para conseguir nuestras instituciones, nuestras normas fundamentales y nuestras autoridades. Pudimos tener una Constitución propia, que fue sancionada dos años más tarde (entre los convencionales no había peronistas, ya proscriptos por la mal llamada Revolución Libertadora). La ley 14.408 fue también la condición sine qua non para la elección de los parlamentarios de la recién creada Legislatura Provincial y los concejales de los distintos departamentos. También se procedió a organizar el poder judicial provincial y se eligió al primer gobernador, el recordado Edgardo Castello. Con las idas y vueltas y los vaivenes del caso, Río Negro se encaminaba así hacia la vida administrativa y política que hoy conocemos.
Han pasado muchos años desde aquel momento. Más allá de aquella decisión trascendental, llevada cabo en tiempos violentos, de convulsión política y negación de la voluntad popular, quedó como tarea pendiente para las sucesivas gestiones, el desafío de seguir avanzando para la solidez institucional y el desarrollo económico de la provincia.
Sabemos que cuando hablamos de “la provincia” hablamos de realidades económicas y culturales muy disímiles, mediadas por cientos de kilómetros y por historias llenas de riquezas y divergencias. Esa riqueza se manifiesta plenamente en nuestra Cámara, en la que hay legisladores de Bariloche, El Bolsón, el valle, la zona petrolera, el valle inferior y la zona atlántica, como es mi caso. Pero a todos nos une, más allá de las pertenencias locales o regionales, el interés por el bienestar de todos los rionegrinos.
En la matriz de conformación de Juntos Somos Río Negro, retomamos la idea de emancipación y autodeterminación propuesta por el general Perón en 1955, para integrar el colectivo que nos da el sentido de pertenencia y que nos define como rionegrinos. Es en esta instancia que nos encontramos pensando en una provincia integrada, cohesionada por un plan estratégico para su desarrollo.
Saludamos, ante este nuevo aniversario de la provincia de Río Negro y con la sanción de esta ley, al proyecto político de soberanía provincial y autodeterminación que hoy estamos llevando a cabo, libremente, sin claudicaciones de ningún tipo, asumiendo como meta primordial y excluyente el mejoramiento de la calidad de vida de los rionegrinos y las rionegrinas.
25 noviembre 2024
Opinion