"El Libro Blanco de la Fruticultura no es un capricho del Gobierno, sino una respuesta a la mayoría del complejo productivo", señalaron hoy desde el gobierno provincial saliendo al cruce del rechazo que generó en el sector la aprobación de este proyecto a través de un decreto dictado en diciembre último, y remarcaron que "es fruto del consenso de casi el 60% de los integrantes del complejo frutícola".
"Independientemente de esta medida, se aceptarán e incorporarán todos los cambios y aportes necesarios de los distintos sectores siempre que signifiquen modificaciones de fondo para solucionar la crisis estructural que afecta al sector", acotaron voceros gubernamentales.
"En su etapa de elaboración, el Libro Blanco logró 700 adherentes entre productores y empresas frutícolas, sumando 573 de Río Negro y 127 de Neuquén", se detalló.
Se cuantificó que la iniciativa cuenta con la adhesión de los propietarios de 21 mil hectáreas, lo que representa el 56 por ciento de la superficie en producción; además de los representantes del 57 por ciento de la exportación de fruta en 2015.
"El Libro Blanco es una herramienta más que se suma a las ya existentes en la búsqueda de llevarle soluciones a los productores que hoy realmente no encuentran solución dentro los programas y financiamientos disponibles, pero nadie está obligado a cambiar sus acciones ni su forma de trabajar, comercializar, etc. Quienes quieran adherir pueden hacerlo y quienes quieran seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, también lo pueden hacer, sobre todo aquellos quienes su proyecto productivo esta sobre carriles normales o son exitosos", cerraron desde el gobierno.

19 diciembre 2025
Río Negro