El presidente del PJ participó de una charla que brindó en Bariloche el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada. En la oportunidad no esquivó el debate que se ha suscitado en la ciudad en torno a la renovación de la concesión del Catedral. La empresa CAPSA de la familia Trappa pretende un vínculo por otros 30 años con la posibilidad de realizar un desarrollo inmobiliario en el Cerro.

Cuando Soria tomó la palabra felicitó al pueblo de Bariloche por la junta de firmas para intentar trabar la concesión mediante una ordenanza por “iniciativa popular”.  Calificó de estafa la pretendida extensión, que se da 8 años antes del vencimiento del actual contrato. Recordó que en General Roca juntaron 20 mil para evitar que Vialidad Nacional realice la traza de la ruta 22 con murallones frente a la ciudad.

El jefe comunal roquense se paró de este modo en la vereda de enfrente del presidente Macri y el Gobernador Weretilneck que apuntalan el emprendimiento desde un principio. También sirvió como respuesta al explícito apoyo que brindó horas antes Miguel Pichetto al difundir la visita del empresario Sebastián Trappa a su despacho en el Congreso.

Parece decidido Soria a no dejar pasar intromisión alguna del Senador en temas de índole provincial. Cuando el parlamentario acompañó a Weretilneck a la reunión con Rogelio Frigerio para gestionar el aval del Plan Castello también salió al cruce denostando el megaendeudamiento. Ni hablar de las visiones contrapuestas en torno a la cuestión nuclear. Ayer en Bariloche dejó expuesta la diferencia de criterio que mantiene con quien fuera dos veces candidato a Gobernador.