El gobierno provincial explicó que, impulsada por el
crecimiento de la ganadería, se detectó un aumento del 50% en la producción de
forrajes en los últimos diez años, pasando de 29.000 hectáreas a más de 45.000.
La última década muestra una evolución desde las 15.000 hectáreas de alfalfa
hasta las 20.000 hectáreas actuales.
También las hectáreas dedicadas al cultivo de cereales con destino
forrajero como el maíz pasaron de 4.000 a más de 10.000, y las praderas mixtas
también ascendieron de casi 10.000 a cerca de 15.000 hectáreas en la
actualidad.
Esta evolución de la superficie de cultivo de forrajeras
bajo riego fue la respuesta lógica a la mayor demanda por parte de la ganadería
y fueron acompañadas por mejoras en el manejo de los cultivos y la calidad y
cantidad de producciones obtenidas.
De a poco, la producción regional está reemplazando la
compra de alimentos en otras regiones. Alrededor de $30.000.000 anuales salen
de Río Negro solo para comprar forraje para ganado y la respuesta es apostar
por el cultivo provincial.
En 2018, se financió la siembra de 600 hectáreas de maíz y
33 productores de los distintos valles de la provincia recibieron créditos para
impulsar la producción. Se destinaron $7.000.000 que permitieron adquirir
semillas, fertilizantes y combustible.
En el Valle Inferior, en la jurisdicción del IDEVI, un 75%
de la superficie regable (unas 12.500 hectáreas) están destinadas a la
producción de pasturas, maíz o cereales forrajeros. Aquí también se advierte el
impacto de la política ganadera, que en la región contiene a más de 16.000
vacunos.
Por primera vez, los productores ganaderos de esta región
cuentan con una política económica que intenta resolver la totalidad de la
cadena de valor, incluyendo el engorde del animal con el maíz que siembran en
sus propias chacras, la faena en el matadero y la comercialización proyectada,
organizada en un esquema que sea beneficioso para los productores.

26 diciembre 2025
Río Negro