El clima político por el año electoral empieza de a poco
a ganar lugar y los partidos en Río Negro van acomodando sus estructuras después
de que el año pasado y por la pandemia, hubo prácticamente nula actividad
partidaria.
En el oficialismo la gobernadora reunió en los últimos
días a su gabinete de funcionarios. Para el afuera fue exclusivamente una
reunión de trabajo, hacia adentro también hubo un llamado para que todos los
funcionarios y las funcionarias activen su modo político, salgan al territorio
y lo comuniquen. Desde esta columna ya se había dicho semanas atrás que la
arenga vendría de parte de la mandataria, quien hasta acá destaca el trabajo de
cada uno en sus respectivas carteras, pero quiere que salgan al barro y así lo
dejó claro en Villa Regina en una reunión que se extendió por seis horas.
El oficialismo mantiene la esperanza que el Gobierno
nacional desista de la realización de las PASO en agosto y antes que un
candidato el partido tiene otro objetivo: lograr el acercamiento de posiciones
de la gobernadora Carreras y el presidente de Juntos Somos Río Negro, Alberto
Weretilneck, que atraviesa uno de los momentos más distantes del año en que la
barilochense ocupa la oficina de Laprida 212.
De hecho el ex gobernador no fue parte del encuentro de
Carreras con su gabinete y otros dirigentes partidarios, como el vicegobernador
Alejandro Palmieri o el diputado nacional, Luis Di Giácomo. El cipoleño se
excusó, pero lo cierto es que no estuvo y esa ausencia se sintió.
Días después Carreras recibió en su despacho al líder de
la bancada de Juntos Somos Río Negro, Facundo López con quien no solo organizó
una reunión con los legisladores del partido para el próximo 30 sino que además
pretende encontrar una solución a la dificultosa relación que han tenido
durante todo este año Weretilneck y Carreras.
Es cierto que esta disputa no le es gratuita al
oficialismo y que gastará mucha energía en un acercamiento en vez de consolidar
un candidato a diputado o candidata a diputada de entrada nomás. Pero también
la oposición de Weretilneck le ha resultado favorable en un aspecto: no dejó
crecer en todo este año a ningún otro opositor dentro del espectro provincial.
El único opositor que mostró un crecimiento fue el senador del Frente de Todos,
Martín Doñate, quien hoy tiene la última palabra en la estructura del Partido
Justicialista rionegrino, que busca rearmarse, que tiene avidez por la
aparición de un líder tras la retirada del diputado Martín Soria y que trata de
acostumbrarse al liderazgo que también empieza a tener un grupo de mujeres que
han demostrado mucha destreza política, buena imagen y capacidad de gestión:
Alejandra Más, María Eugenia Martini y María Emilia Soria. Son tres dirigentes
con diferentes características, pero que en un futuro no muy lejano podrían
transformar a un partido con mucha historia, pero sin demasiados logros
electorales.
Los intendentes de uno y otro partido, en tanto, también
tendrán una preponderancia significativa este año y contribuirán a la
definición de las candidaturas.
El intendente de Viedma, Pedro Pesatti, un incondicional
de Weretilneck ha tenido luces y sombras con la Gobernadora, con quien hoy
transitan un trato muy cordial.
A todo esto el Covid-19 sigue con números altos en todo
el país y Río Negro no es la excepción. En las próximas horas llegarán las
nuevas dosis de las vacunas Sputnik V y se continuará la vacunación con la
segunda línea de trabajadores esenciales.
Río Negro no solo debe hacer un esfuerzo mayúsculo en lo
que tiene que ver con lo sanitario, sino que también debe hacerlo en los
controles de los trabajadores “golondrina” que llegan del norte argentino y que
se estima serán 20 mil en total. Para ello hay un protocolo establecido, además
de controles permanente de parte de la Secretaría de Trabajo.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo