Hay una inquietud en los gremios rionegrinos, que generan
una presión sobre el Gobierno provincial, aturdido todavía por el impacto que
generó el rechazo al aumento del impuesto Inmobiliario y de patentes. Esta
semana la dirigencia sindical y también sectores políticos volvieron a machacar
con el tema del “impuestazo”.
Los gremios en realidad consideran que aumentos como
estos o los continuos de las naftas –por mencionar algunos- son ejemplos muy
groseros de que la inflación le viene ganando a los salarios desde hace un
tiempo considerable y frente a las próximas discusiones que se vienen la
posibilidad de acuerdos aparecen como inciertas.
La situación del coronavirus es un componente fuerte aun
con todo el tiempo transcurrido de la pandemia. El regreso a clases es un
factor importante y desde la UNTER ya avisaron que ese retorno a las aulas no
está garantizado, pues para eso debe consensuar con el Ministerio de Educación
una serie de medidas que aseguren condiciones mínimas sanitarias. Desde la
cartera que conduce Mercedes Jara Tracchia ya daban por sentado que la presencialidad
es un hecho y hasta la propia gobernadora, Arabela Carreras se manifestado en
el mismo sentido.
Además, los otros gremios estatales también están
dispuestos a llevar al máximo toda discusión que esté pendiente o no haya sido
escuchada por el Gobierno todavía. Así como los docentes, también los demás
gremios esperan que este año no haya que resignar condiciones y,
fundamentalmente, incrementos salariales en serio. Pues está claro que los
acuerdos establecidos en 2020 han sido más bien para no quedar en cero o
extender in eternum las rondas paritarias. Incluso el 6 por ciento que se
empieza a cobrar con los haberes de este mes (3% en febrero y 3% en marzo) se
han quedado cortos. ATE por caso, que es el que tiene mejor relación con el
Gobierno, debería erigirse como el estandarte, como un representativo de todos
los demás gremios estatales e incluso de algunos no estatales que vienen
reclamando soluciones, como la UOCRA.
En el plano local vale mencionar que a raíz del recuento
sobre las posibilidades de descuento por pago adelantado en los impuestos municipales
surgió la situación del casino local y su deuda con la comuna. Son 3 millones
de pesos aproximadamente lo que adeuda la casa de juegos a la comuna capitalina
por el período 2020 y, al parecer, todavía está dentro del plazo pertinente, ya
que el municipio no le emitió ningún aviso de deuda aunque la titular de
Hacienda, Carolina Brecciaroli confirmó que está en estado de mora.
23 febrero 2024
Palabra de Domingo