Familiares del niño de 12 años que falleció el pasado lunes 1 de Marzo, diez días después de ser diagnosticado con COVID-19 positivo en el hospital de Villalonga, piden explicaciones a las autoridades sanitarias del Partido de Patagones.
La familia sostiene que Martín Ferreyra Torres era un niño totalmente sano, sin ningún factor de riesgo, y la mala o tardía atención recibida en el hospital de Villalonga fue clave para que se produjera el fatal desenlace.
Marcela Torres, tía del pequeño, manifestó que "tenemos muchas dudas y queremos que alguien nos de una respuesta".
"Martín era un niño saludable de 12 años, que medía casi un metro setenta y calzaba 43. Un niño precioso, lleno de vida, nunca tuvo un dolor de muelas, nunca tuvo un dolor de panza, nunca mi hermana lo tuvo que llevar por una cosa de urgencia al médico", manifestó.
Torres agregó que "el día 16 de Febrero mi sobrino empieza con dolor de panza y el día 17 se da cuenta que no tiene ni olfato, ni gusto, y mi cuñado Miguel lo lleva al hospital de Villalonga".
La mujer relató que "el niño -que vive en la localidad rionegrina de Choele Choel- estaba allá -en Villalonga- porque hacía muchos meses que no veía a su papá, entonces cuando se empezó a abrir un poco para poder salir, mi hermana decidió que se fuera con su papá porque hacía mucho tiempo que no estaba con su familia de allá".
El día 17 de Febrero, el papá lleva al pequeño "al hospital y ahí dan por hecho de que el nene tiene coronavirus y no lo hisopan, por los síntomas que tenía. El papá de Martín le pide a la directora del hospital que le haga el hisopado y le dijo que no, que no se lo iban a hacer. Finalmente se hace el hisopado en una clínica privada".
"A mi sobrino le niegan la atención desde el minuto uno", consideró Torres.
Martín "siguió con mucho dolor de panza, diarrea y alguna vez vomitó, pero no demasiado. Sufrió de dolor de panza durante diez días y nunca lo trasladaron para hacerle una econgrafía, porque dicen que en el hospital de Villalonga no se pueden hacer ecografías".
"Sólo lo aislaron con el papá, pero nunca estuvo hospitalizado. Las veces que a Martín lo revisaron fue porque su papá insistió mucho para que lo revisaran porque el nene no daba más del dolor de panza, pero nunca lo hospitalizaron", remarcó la mujer.
Consideró que "mínimamente le tendrían que haber puesto un suero, después de tres o cuatro días de diarrea".
"Yo tuve coronavirus y en el hospital de Choele Choel, por lo menos me hicieron tres ecografías. Me controlaban todo el tiempo, me llamaban, me vinieron a buscar, me internaron, me pusieron suero, me aliviaban el dolor, a mí sobrino nunca le aliviaron el dolor".
Marcela Torres contó que "el último día que yo llamé al papá de mi sobrino, Martín lloraba de dolor en el hospital de Patagones, le faltaban dos días para que le dieran el alta de coronavirus, pero seguía con el dolor de panza".
"Diez días tardaron para trasladarlo. En Patagones le hicieron una ecografía, una radiografía, pero tardaron demasiado para buscar por qué mi sobrino Martín gritaba de dolor. Lo trasladaban a Viedma para una tomografía y a la media hora lo devolvieron envuelto en una sábana. Mi sobrino se subió caminando a la ambulancia", relató Torres.
Finalmente, la mujer expresó que "queremos que nos cuenten que pasó con Martín. Queremos explicaciones".
2 septiembre 2024
Patagones