Un fallo civil
dispuso un resarcimiento para una mujer de Viedma que se tropezó con
una canilla que sobresalía de la vereda y debió ser hospitalizada.
La recuperación le llevó meses, y aún así, quedó con secuelas.
La canilla estaba al descubierto debido a una obra inconclusa de la
empresa prestataria del servicio. Sin embargo, la empresa intentó
culpar a la Municipalidad y a la propia frentista.
El accidente ocurrió
al mediodía de enero, cuando la vecina fue a la casa de su suegra y
tropezó con una canilla que emergía de la vereda. Para proteger su
cuerpo, colocó las manos en el suelo, lo que provocó que sus
muñecas soportaran la totalidad de su peso, quedando inmovilizada y
consciente en el piso.
Durante el juicio se comprobó que
la frentista había reclamado por una obra inconclusa por parte de
Aguas Rionegrinas. Cuando se presentó la Municipalidad de Viedma,
rechazó las afirmaciones de la empresa, indicando que ARSA buscaba
desligarse de su responsabilidad como causante del daño.
El
juez civil, al resolver, afirmó que las denuncias de la usuaria
frentista estaban probadas, incluso con un informe de 2017 que
señalaba la reparación de una pérdida pero la ausencia de
amuramiento de la tapa. El expediente incluyó ingresos de la mujer a
la guardia, informes médicos, testimonios y pruebas
documentales.
El magistrado concluyó que la mala
condición de la vereda, debido a una obra realizada por la
demandada, era la causa del tropiezo y caída de la actora, lo que
motivó su ingreso al Sanatorio Austral. También tuvo en cuenta la
conducta procesal de la demandada, quien se limitó a culpar a la
víctima y a terceros, sin ofrecer una explicación satisfactoria de
la existencia de la canilla como obstáculo y la falta de medidas
preventivas. Además, destacó que ARSA realizó el arreglo
correspondiente días después del accidente.
Finalmente,
el juez analizó los daños y dispuso una indemnización a favor de
la vecina.
24 noviembre 2024
Judiciales