El Ministerio de Salud de Río Negro recordó la importancia de abordar de manera consciente los cambios que acompañan al climaterio y la menopausia, destacando que se trata de una etapa natural en la vida de las mujeres que puede ser vivida de manera plena. Con el objetivo de informar y erradicar mitos en torno a esta fase, se detallaron los principales síntomas y se brindaron recomendaciones para mejorar la calidad de vida.
El climaterio es un proceso que suele iniciarse alrededor de los 45 años, marcando la transición de la vida reproductiva a la no reproductiva debido a la desaparición de la ovulación. Este cambio incluye una disminución progresiva de la fertilidad, y está acompañado de alteraciones hormonales que pueden generar una amplia variedad de síntomas físicos y emocionales.
Por su parte, la menopausia se refiere al momento en el que ocurre la última menstruación, generalmente alrededor de los 50 años. Este evento divide al climaterio en dos fases: la premenopáusica, que se caracteriza por cambios en los ciclos menstruales, y la postmenopáusica, que inicia después de la última menstruación. Entre los síntomas más comunes se incluyen sofocos, alteraciones del sueño, cambios en el estado de ánimo, resequedad vaginal y dolores articulares.
A pesar de las molestias que pueden surgir, las autoridades sanitarias subrayan que el climaterio y la menopausia no deben ser vistos como una etapa negativa. La erradicación de mitos, como la asociación de la menopausia con el envejecimiento o la pérdida de la feminidad, es clave para que las mujeres afronten este periodo de manera positiva y proactiva.
El Ministerio de Salud también ofreció una serie de recomendaciones para mitigar los riesgos relacionados con la disminución de estrógenos, como la osteoporosis y las enfermedades cardíacas. Entre las medidas sugeridas se encuentran la adopción de una dieta rica en calcio, la práctica de ejercicio regular y el fortalecimiento de la musculatura pélvica a través de ejercicios de Kegel.
Por último, se instó a las mujeres a realizar consultas periódicas en los centros de salud para un seguimiento adecuado de su salud ósea y cardiovascular, destacando la importancia de pruebas de densidad ósea a partir de los 65 años y mamografías entre los 50 y los 69 años.
24 noviembre 2024
Río Negro