En el hecho, uno de ellos tomo gaseosas de la heladera cercana a la puerta, haciendo de campana, mientras que el otro malviviente -al acercarse a la caja- le manifestó a la comerciante que se trataba de un robo.
Fue en ese momento en que le exigió la recaudación, mientras le mostraban un caño saliendo debajo de la campera, interpretando la víctima que podría tratarse de un arma de grueso calibre, sin tener certeza por los nervios del momento. Ante esa situación, la comerciante escapó a su casa contigua al local, a través de una puerta cercana a la caja registradora.
En ese momento los delincuentes forcejearon con ella intentando ingresar a la vivienda, exhibiendo el arma entre la puerta y el marco de la misma, mientras la víctima llamaba a sus hijos y marido.
Los malvivientes al ver malogrado su objetivo huyeron del lugar del hecho.
FUENTE: Infostroeder
21 noviembre 2024
Judiciales