LA PALABRA dialogó con el Jefe de la Policía rionegrina, Jorge Uribe, quien relató que el lunes por la noche uno de los empleados que custodiaba la vivienda que habita el gobernador en el barrio Don Bosco detectó una bicicleta abandonada y la colocó en la camioneta en la que habitualmente se trasladan él y sus compañeros.
Horas más tarde fue suplantado por otro efectivo, a quien le mencionó esa novedad. Luego “apareció el propietario del rodado menor –que estaba reunido con otra persona en una vivienda cercana- y denunció la sustracción en la comisaría 30º del barrio Guido, por lo que se llevaron la bicicleta y la camioneta. Posteriormente quedó aclarada la situación”, informó Uribe.
“Ha sido un malentendido que terminó en una denuncia penal para aclarar toda la situación”, admitió el funcionario.
Uribe reconoció que el denunciado “es un excelente empleado. Nosotros no podemos tener en la custodia del gobernador personas con antecedentes”.
“Para mí se trata de una grave confusión, que no llegará a consecuencias mayores”, concluyó.
De todas maneras, no se descarta que sea una maniobra para perjudicar al custodio denunciado, ya que a varios medios de comunicación llegó el relato de lo sucedido, aunque directamente culpándolo del hecho. También, desde una casilla de correo electrónico, se envió a la prensa una fotografía del funcionario policial en cuestión.
En síntesis, se trata de un extraño hecho en sí mismo, aunque se sospecha que la rápida y tendenciosa difusión posterior podría ser parte de un plan para desacreditar al custodio.
La versión publicada en la página oficial
Esta mañana se publicó en el sitio oficial de la Policía rionegrina una versión de los hechos:
La Regional Primera de Viedma comunicó esta mañana que el fin de semana se solicitó a Emergencias 101 presencia policial por la supuesta sustracción de una bicicleta en la intersección de las calles Patriarca y Aceto de la ciudad de Viedma, aproximadamente a las 22hs.
Todo comenzó el día lunes por la noche cuando un custodio del domicilio del gobernador, Dependiente del Departamento Guardia de Seguridad, observó en la vereda un rodado de escaso valor apoyado en una pared, encontró que el mismo no tenía candado, ni se divisaba nadie alrededor, esperó unos minutos por si alguien se acercaba al lugar a reclamarlo y cuando nadie lo hizo, sospechó que se trataba de una bicicleta robada y abandonada en la esquina. Fue en ese momento que decidió subirla a la combi en la que se encontraba trabajando, y que estaba estacionada en el lugar, para luego llevarla a la unidad policial correspondiente a la zona.
Posteriormente a la Justicia y a la Superioridad Policial, se realizaron las actuaciones legales correspondientes para su investigación ya que el vecino, dueño del bien, insistió en que se había tratado de un robo.
Tales acciones se hicieron para aclarar que no se prueba el dolo, que a la zona se acercaron testigos y policías de la Comisaría 30º del Barrio Guido, quienes corroboraron que el efectivo policial preguntó a los vecinos del lugar sin obtener respuesta sobre el rodado, que el objeto se encontraba abandonado y se trataba de un bien de escasa cuantía por lo que el empleado cumplió con su función de servir a la comunidad.
Lo sucedido fue que el personal policial y el denunciante se acercaron al vehículo, este se encontraba cerrado, solo y con dicha bicicleta en su interior, el empleado que resguardó el objeto estaba realizando la ronda habitual de vigilancia por la zona, por lo que no obtuvieron respuesta de nadie lo que generó tal confusión al respecto.
Policía de Río Negro quiere aclarar a la comunidad y los medios en general que se trató de una confusión y que el empleado policial cumplió con su función de policía de seguridad respondiendo por el resguardo de un bien, objeto que se encontraba presuntamente abandonado en una esquina.
24 noviembre 2024
Judiciales