La protesta fue en el kilómetro 20, 400 de la avenida Ezequiel Bustillo, donde los manifestantes llegaron con bombos, pancartas y folletos, que le fueron entregados a los transeúntes y automovilistas que pasaban por el lugar.
El gremio que lidera José Luis Poggi, informó que la Cámara de Trabajo Circunscripción Judicial Tercera resolvió hacer lugar a la medida cautelar solicitada por la parte actora y ordenó al Club Hotel DUT a reincorporar a la trabajadora Mariana Domínguez Mascaro, en su puesto de tareas respetando las mismas condiciones de trabajo vigentes con antelación al despido dispuesto.
Allí, reclamaron la urgente reincorporación de la trabajadora, “para que se cumpla la ley, para terminar con las injusticias y arbitrariedades por parte del DUT en contra de los trabajadores, de nuestra organización gremial y de los Derechos Humanos más básicos de cualquier ciudadanos que habite nuestra ciudad”.
“La protesta es absolutamente pacifica. Pero llegamos a esta instancia porque nosotros priorizamos el estado derecho en el que vivimos, no como otros que no la cumplen. Y vamos a seguir hasta que reincorporen a la compañera. Acompañamos la resolución judicial, pero estamos ante una empresa autista”, señaló José Luis Poggi, secretario general de UTEDYC.
El reclamo exigió puntualmente que se le brinden a la trabajadora, las mismas condiciones de trabajo vigentes con antelación a que fuera separada de su cargo, tal como establece un fallo de la Cámara Laboral de Bariloche, firmado por Juan Lagomarsino y Rubén Marigo.
“Esto es un mensaje para todos los empleadores que tengan trabajadores afiliados a UTEDYC, no pueden generarse estos precedentes. Donde haya un conflicto, donde haya un derecho vulnerado, estará UTEDYC movilizado. Basta de ilegalidades, de atropellos y de abusos”, agregó Poggi.
No es la primera desobediencia de la empresa de administración nacional, que deja a su suerte al manejo local en Bariloche, en perjuicio de los trabajadores que viven en una situación de maltrato y hostilidad.
El caso de la trabajadora que deben reintegrar comenzó en 2012, con una serie de graves denuncias, y pasó por una conciliación que la propia empresa dejó sin solución.
Finalmente, Poggi agradeció a “a los que acompañaron, desde todos los lugares y en particular a los que estuvimos presentes”. “Los derechos de los trabajadores no tienen precio, tienen valor y no se negocian”, cerró.
27 noviembre 2024
Gremiales