A tal punto llega la intranquilidad que el intendente José Luis Foulkes planteará esta situación ante el Consejo Local de Seguridad.

“Llama la atención y es altamente preocupante lo que sucede. Se ha convertido en un sistema poco creíble”, mencionó

Agregó el Jefe comunal que “a nosotros nos da esa intranquilidad porque no es una buena noticia que haya evadidos en las calles de nuestra ciudad”.

Sobre la última fuga en el presidio local, la del peligroso delincuente León Belmar (que aún no fue recapturado), fue consultado ayer el gobernador Alberto Weretilneck, quien sostuvo que “tenemos una fuerte presunción de que contó con la ayuda de uno o dos efectivos del Servicio Penitenciario Provincial, quienes le habrían facilitado los elementos para poder escapar, y estamos cerca de determinar sus identidades”.

Aclaró que “en este proceso de mutación entre el viejo sistema y el actual todavía nos deparan hechos como este, que implican negligencia o corrupción de parte de algunos integrantes del staff de la cárcel”.

“No creo que sea una cuestión de interrelación entre personal policial y civil, sino que se trata de personas honestas y corruptas”, subrayó.

Admitió que “todavía tenemos que mejorar mucho más el sistema de control del personal y de funcionamiento de los penales. Hemos tenido una crisis muy fuerte –en enero- en Cipolletti, que llevó a la intervención de la Unidad, y otra en Viedma que provocó una medida similar. Nótese que no se dan situaciones de fuga en Bariloche o General Roca, lo que indica que allí el funcionamiento está dando resultados”.

“Al pasar de un sistema en manos de la Policía a uno mixto, evidentemente se van produciendo dificultades que tenemos que resolver”, concluyó.