Ambos eventos tienen por fin conectar, a través de distintos actos como conferencias, seminarios y exposiciones, a emprendedores, PyMEs, inversores, universidades, organizaciones públicas y todos aquellos actores que promuevan el emprendedorismo, para que se conozcan e interactúen.
Pero este hecho que debería llenarnos de júbilo y motivación a mí me genera una gran desazón y muchas inquietudes:
En principio me llama la atención la alta concentración de actividades tecnológicas en la ciudad de Bariloche, cómo si el resto de la provincia no importara o no se genera tecnología en ella. Con sólo recorrer un poco las noticias publicadas en el sitio web de la subsecretaría de ciencia y tecnología de la provincia veremos que más del 90% de las actividades allí enumeradas se realizaron en aquella ciudad lacustre.
Nadie duda del alto potencial que esa ciudad tiene en desarrollo tecnológico, pero si hablamos de una “provincia integrada” debemos hacer honor a la palabra y apoyar también al resto de los emprendedores, PyMEs y estudiantes del Alto Valle, el Valle Medio, el Inferior y la zona atlántica.
En segundo término me inquieta ver como nuestra provincia invierte en recursos que van a parar afuera de nuestras fronteras, cuando lo que debería hacer es todo lo contrario: incentivar a los inversores y emprendedores externos a invertir y radicarse en nuestra tierra rionegrina para generar aquí desarrollo económico y empleo.
Esto lo vemos en ejemplos como el de Satellogic, la empresa propiedad de Emiliano Kargieman que desarrolló en tierra rionegrina los nanosatélites “Manolito” y “Capital Beto” y ahora que ya creció se fue de la provincia para crear en Buenos Aires a “Tita” y el resto de la constelación que planea poner en órbita de acá en más.
También lo vemos en el reciente acuerdo celebrado entre nuestra provincia y la ciudad de Cutral Co, para crear en aquella ciudad neuquina una fábrica de aerogeneradores y elementos de energía eólica.
¿No debería ser al revés la cosa? ¿No deberíamos crear fábricas en nuestra provincia para darles trabajo a los vecinos de nuestras ciudades? Cosas como éstas son las que me generan dudas respecto de los verdaderos intereses de nuestro gobierno en cuanto al desarrollo de tecnología en tierra rionegrina.
Pero además a esto tengo que sumar mi desazón personal por ver que la Ley de promoción de la industria del software rionegrino Nº 4935, de la cual soy autor, que fuera sancionada por unanimidad en el mes de noviembre del año pasado, aún no ha sido reglamentada por el Poder Ejecutivo provincial.
Una Ley que vino a ayudar a los emprendedores tecnológicos rionegrinos con beneficios fiscales y financiamiento para la puesta en marcha de sus proyectos, no cuenta hoy con el interés real y verdadero del gobierno provincial para ejecutarla.
Me hubiera gustado que el gobernador Weretilneck en el acto de hoy hubiese anunciado el lanzamiento de un programa rionegrino de apoyo fiscal y financiero a los emprendedores rionegrinos, apoyado en esa ley propia que lo faculta, pero no lo hizo.
Lástima por los emprendedores allí presentes que se quedaron esperando algo más concreto que las simples promesas; palabras que al final se las llevará el viento.
Roberto Vargas
25 noviembre 2024
Opinion