Sé que restan por resolverse muchos problemas a lo largo y ancho de Río Negro, cuestiones que no pueden seguir esperando obtener una prioridad en la agenda de trabajo porque son necesidades y aspiraciones que padecen a diario muchos hermanos que albergan la esperanza de ver resueltas sus carencias.
Sé también que el escenario económico imperante no es el mejor para dar respuestas inmediatas allí donde la crisis más golpea, y que muchas veces los paliativos se convierten en el mejor remedio cuando las penurias apuran decisiones por parte del Estado. Pero hay que abrir la apertura al diálogo y la aplicación de políticas que se basan en la concertación permanente, su firme voluntad de invertir los esfuerzos que sean necesarios para seguir construyendo la provincia que todos queremos para nosotros, nuestros hijos y nietos.
Lejos de esto veo a muchos dirigentes radicales, así como hay muchos a quienes tengo respeto mucho, por ejemplo, a los Orgánicos a quienes he pertenecido, grupo de afiliados mejor preparados pero no tenemos entrada al Comité Radical, otros saben que deberían dar un paso al costado y no lo hacen.
Yo me cansé de estar en un Partido donde hace años trato de pelearla en una batalla casi solitaria, donde la palmada en la espalda no alcanza a las necesidades de la gente. Me cansé de ser transparente para algunos correligionarios de la Provincia, cada tanto desaparezco del Padrón y te dicen “no lo tomes como personal, son cosas que pasan”. No debería pasar y les pasa a muchos.
Tal vez políticamente no me sienta reflejada por la línea de pensamiento que hoy conduce los destinos de todos los Radicales de la Provincia, pero quiero pensar que nos reconocemos contenidos en la persecución del mismo objetivo de poder hacer de esta tierra, el lugar que todos queremos. Ya no tengo una edad como para esperar que los que tanto daño le han hecho a la UCR den un paso al costado, entonces lo doy yo. Jamás ocupé un cargo, vivo lícitamente de mi profesión. Pero no soy invitada a reuniones, si voy yo, empiezan los pero, no voy a dar nombres, son vecinos de Bariloche y bien saben a quién me refiero. El Comité radical siempre tiene dueño. No saben hacer política seriamente. No se perdió la Provincia Radical por mala suerte. Ni por una maldición Peronista. Les faltó el contacto con la gente de a pié, con el afiliado que ya no va a votar a las internas. Les faltó ser un poco más unidos a la hora de dar batalla. Realmente me hartaron los radicales K, los Radicales de sangre fría, los Radicales que se atornillan a un cargo y el Partido deja de importar. Aún me quedan proyectos, ganas de buscar el bien común, aportar ideas y no es aquí donde lo podré concretar. Me duele ver cómo un Partido centenario como la UCR se va diluyendo en mezquindades políticas. Doce años un adversario Político destruyó la Argentina, hizo temblar las Instituciones, se infiltró en la UCR y hoy todos pagamos la gran fiesta y en la UCR pocas fueron las voces que se pronunciaron en contra. Yo no soy como mi bisabuelo que terminó su existencia con un infarto luego de un mitin Radical. Mis sinceras disculpas a los correligionarios que han sabido defender el Partido. Y mis mayores respetos a quien pese a los desplantes de los dirigentes siguen siendo Radicales.
Silvia Frank
DNI 14.997.423
San Carlos de Bariloche
25 noviembre 2024
Opinion