Para los expertos la población del langostino depende más de los cambios climáticos que de la pesca

Científicos presentaron los resultados del monitoreo realizado en el golfo San Matías

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El Centro de Investigación Aplicada y Transferencia de Tecnología en Recursos Marinos “Almirante Storni” (CIMAS) presentó los resultados del monitoreo realizado durante los últimos dos años. Especialistas destacaron que no se puede hablar de sobrepesca del recurso y remarcaron que la variación de la población de langostinos se debe más a los cambios climáticos que a la actividad del hombre.
 
El  vicedirector del Instituto, Enrique Morzan, fue el encargado de dar a conocer los resultados ante el intendente de San Antonio Oeste, José Luis Ojeda; el legislador, Javier Iud, funcionarios del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jorge Bridi y Gastón Mazzei, dirigentes del Sindicato de Obreros Portuarios de San Antonio Oeste (SOPSAO), la gerente de una de las empresas pesqueras, alumnos, docentes e investigadores de las carreras relacionadas.

Ante la consulta sobre la presunta existencia de la sobrepesca de la especie en el golfo, Morzan señaló: “No creo que el esfuerzo pesquero haya sido un exceso. Hasta no ver un cambio en la población de langostinos no se puede decir la palabra sobrepesca. Hablar de eso sólo porque se ven muchos barcos es una cuestión anímica, no objetiva. Hoy no hay evidencia que muestre que eso este sucediendo”.

El estudio fue encarado por el CIMAS con el acompañamiento del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y tomó muestras de la especie con observadores abordo durante todo un año.

“Si no se pesca, no vamos a poder saber nunca la productividad de un recurso. En el caso del langostino detalló que es “una pesquería muy particular, porque es un recurso que vive únicamente dos años y en términos pesqueros, sólo vive uno. Además se pesca durante un año. Entonces nos preguntamos por qué hay tanta existencia del recurso en el golfo y en la plataforma. La respuesta es que se debe a factores ambientales, altamente cambiantes, por lo que el langostino va a ser más sensible a los cambios ambientales que a la presión pesquera”.

Morzan explicó que el langostino es biológicamente muy fluctuante, por lo que “una modificación en el stock puede darse por cuestiones ambientales o problemas en la reproducción, y no necesariamente se debe echar la culpa a la pesca”. “Hoy no tenemos elementos para decir que la flota que opera en el golfo es mucha, hasta no ver un resultado de un tamaño decreciente o una captura que nos indique que esto cambió, hasta que eso suceda no podemos desde el CIMAS decir nada al respecto”, consideró el experto.

La presentación brindó información sobre la talla y variación estacional de los individuos maduros, el ciclo de reproducción y la cuantificación de la fauna acompañante de la pesquería. Y se ratificó la continuidad de las actividades del monitoreo del recurso para establecer un futuro plan de manejo.

Asimismo, Morzan aclaró que “los planes de manejos se perciben como ley, pero en realidad son altamente dinámicos. Es un acuerdo de partes para establecer pautas que son de interés común para los involucrados: la administración, responsable del recursos y los pescadores, que tiene un interés por el mismo recurso, por lo que convergen en el mismo punto”.

Por su lado, el subsecretario de Pesca, Jorge Bridi, agradeció a los investigadores por la labor realizada y la claridad con la que expusieron los resultados de su trabajo, lo que hace la información accesible para personas sin conocimientos específicos. Aunque lamentó la ausencia casi total de los actores de la pesca, ni periodistas locales. Además adelantó que el próximo martes a las 9 los investigadores expondrán los conocimientos que se tienen de la Merluza Común y otros recursos pesqueros provinciales.

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