La reelecta diputada nacional  por la Ciudad de Buenos Aires, Elisa “Lilita” Carrió, le hizo una “caricia” vía twitter a su par rionegrina, María Emilia Soria, quien también revalido su banca el domingo pasado. “Hay mucha BUENA GENTE en el Peronismo que fue marginada en el Menemismo y en el Kirchnerismo. Por ejemplo la hija de Soria”, sentenció la socia de Macri en Cambiemos.

La relación con la familia roquense data de muchos años. “Lilita” Carrió compartió con Carlos Soria y Cristina Kirhcner la comisión investigadora sobre operaciones de lavado de dinero que se constituyó en el congreso en los albores de este siglo. Desde aquella época la chaqueña y el rionegrino conservaron un respeto mutuo que expresan tanto en privado como en público.

El gesto de Carrió enfureció a militantes rionegrinos de Cambiemos que en la misma red social le contestaron a la referente nacional del ARI con elevadas descalificaciones hacia los Soria. Se retrotrajeron a decisiones que tomó el extinto Gobernador en sus 20 días de gobierno. Cuestionaron la estabilidad emocional de la joven diputada y sobretodo el modelo de conducción que ejercen. Quedó plasmado así el desagrado ante la intromisión de “Lilita” en la política provincial.

Recordamos que Carrió, como parte de Cambiemos, avaló la candidatura de Lorena Matzen en Río Negro y el dirigente de su espacio, Javier Acevedo, ingresó en la lista como primer suplente.  Al ser consultada sobre los dichos de “Lilita”, la radical allense, evitó la polémica argumentando que a ella “ya la invitó a visitar su despacho cuando viaje a Capital Federal”.

En Río Negro el ARI aún lo detenta Magadalena Odarda que no se incorporó a Cambiemos y en esta elección se alzó con 11% de los votos. Buena parte de la dirigencia macrista rionegrina intenta que la conducción nacional le quite el sello a la senadora para incorporarlo a la alianza que conduce los destinos del país. La decisión la debe tomar Carrió, que siempre tuvo excelente relación con la parlamentaria rionegrina y ha evitado dejarla sin estructura.

La duda que subyace es si este gesto de “Lilita”, hacia María Emilia Soria, está conectado con su eterna política de desmarque de las estructuras partidarias.