Un marinero bajó de una
escalera del buque, se cayó y se golpeó la rodilla derecha, con graves
consecuencias. En la demanda se debatió si las secuelas eran de ese accidente o
de uno anterior, en otro trabajo.
Apenas ocurrió el último
incidente, la ART le brindó prestaciones médicas, farmacológicas y de
rehabilitación. También realizó estudios por imágenes y el segundo semestre del
año pasado le dio el alta.
La Comisión Médica dijo que
correspondía una indemnización por incapacidad, pero tuvo en cuenta que había tenido una lesión anterior. El
trabajador consideró que sus secuelas eran mayores a las dictaminadas e inició
una demanda.
Los apoderados de la ART La
Segunda dijeron que “la dolencia es a causa el reagravamiento de una lesión
preexistente (menisectomía)” ocurrida en un trabajo anterior, con otro
empleador y otra aseguradora. Agregaron que aquel siniestro fue oportunamente
cubierto e indemnizado por una ART
distinta.
Las pericias establecieron
que al trabajador no le es posible “la marcha en talones y puntas de pie por
dolor. Tampoco logra ponerse en cuclillas ya que puede flexionar su rodilla
izquierda, pero a la derecha la deja extendida”. Además, debe usar rodillera de
neoprene de forma constante porque siente más estabilidad.
Tras analizar la prueba, los
jueces de la Cámara Laboral de Viedma encontraron acreditado que el marinero
“sufrió un accidente de trabajo y su incapacidad no resultó de un agravamiento
de un hecho anterior”.
Finalmente, determinaron que
la incapacidad será determinada en 9,27 por ciento y por ello condenó a La
Segunda ART S.A. a abonarle al trabajador la indemnización correspondiente, más
intereses.
27 noviembre 2024
Judiciales