Una mujer deberá ser
indemnizada por un mecánico porque el motor recién reparado le explotó en plena
marcha. “Me lo entregó diciéndome que el motor estaba impecable, y que debía
hacerle mil kilómetros para asentar los aros. Ese mismo domingo salí a probarlo
con mi padre, hacia la ciudad de Chelforó, cuando arribando a la misma de
repente explotó el motor, empezó a salir humo de color gris y se paró
completamente”, describió la mujer en la demanda que tramitó ante el Juzgado
Civil N° 21 de Villa Regina.
El Renault Clío había estado
dos meses en el taller. El mecánico había desarmado el motor, había cambiado
varias partes y había entregado el auto finalmente a su dueña. Pero con apenas
30 kilómetros de marcha, el 80 por ciento de las piezas del motor quedaron
destruidas por la explosión.
La dueña llevó el auto a
remolque de regreso al taller, donde recibió distintas explicaciones sobre la
causa del desperfecto. Relató en su demanda que “ante la pregunta de quién se
haría cargo de esos gastos”, el mecánico “le manifestó su negativa a pagarlos,
le negó la factura solicitada y profirió amenazas por las cuales su padre
radicó una denuncia ante la policía”.
Finalmente, con una
escribana y otro mecánico, acudió días después al taller y retiró el Clío. Una
pericia mecánica descubrió luego que todo pasó porque el auto había quedado
“fuera de punto”.
“Al revisar el motor del
auto pude corroborar que estaba fuera de punto la correa de distribución entre
el cigüeñal y el árbol de levas, produciendo la rotura de dos pistones; una de
las válvulas se torció y la otra se cortó, dañando la tapa de cilindro, guías y
válvulas”, afirmó el experto. El perito además explicó el origen del problema:
“El trabajo realizado claramente no ha sido el correcto, porque es imposible
que un motor recién reparado se rompa en un lapso tan corto de tiempo y en tan
pocos kilómetros recorridos”.
Buscando una solución
consensuada, la dueña del auto inició un reclamo en la Oficina Municipal de
Información al Consumidor de Villa Regina y un proceso de mediación
prejudicial, pero no logró ninguna respuesta y debió iniciar un juicio por
daños y perjuicios. El mecánico tampoco se presentó ante el Juzgado Civil y
entonces la jueza aplicó una presunción legal en su contra, que se asemeja a
una confesión de todo lo reclamado.
Para resolver, la jueza
enmarcó el caso en el sistema legal de Defensa del Consumidor y concluyó que
“se incumplieron las normas que obligan a un trato digno”. Afirmó que el
demandado “invariablemente demostró hasta hoy un trato basado en la desidia y
el más absoluto desinterés por la situación”.
La indemnización que se fijó
fue superior a los 2.700.000 pesos, que incluyeron el valor de reparación total
del motor actualizado con intereses, una suma por daño moral por “los
padecimientos sufridos”, una multa por daño punitivo y una compensación por el
tiempo que la mujer estuvo injustamente privada de usar su propio auto y
obligada a buscar medios de transporte alternativos para ella y su familia.
27 noviembre 2024
Judiciales