Un hombre que
vive en Cipolletti deberá costear la reparación del paredón de su
vecino y abonarle una suma de dinero por daño moral. En el juicio
civil, se probó que el sector de hormigón premoldeado se deterioró
por el exceso de agua de tanto regar.
En su defensa, el demandado alegó que tenía riego por goteo y no por aspersión pero la pericia de un arquitecto no demostró ese argumento.
La sentencia
civil es de primera instancia y no está firme porque puede ser
apelada. El fallo receptó el reclamo por daños y perjuicios que
formuló el hombre de Cipolletti contra su vecino. Entre los rubros
se admitió el daño emergente, que representa una suma de dinero
para reparar el sector del paredón. Y también el daño moral para
compensar los sentimientos de “molestia y malestar que ningún
ciudadano debe soportar gratuita e injustificadamente”, surge de la
resolución.
La causa
concluyó que el mal estado se debe a la exposición al agua, dado
que se corroboró que el sector dañado tenía un exceso de humedad
proveniente del lote colindante.
Con esa
pericia, se probó la hipótesis del hombre que interpuso la acción
judicial. Su vecino había arrojando agua de manera constante sobre
el paredón que divide ambos lotes, degradando el material por efecto
de la humedad. Como consecuencia el demandado tendrá que compensar
los daños.
26 noviembre 2024
Judiciales