Una mujer de Viedma adquirió unos juegos de niños para su jardín. Inicio el contacto con una empresa cordobesa a través de Instagram y tras los primeros intercambios abonó con su tarjeta Visa entres cuotas.
La afectada
detalló que mantuvo aproximadamente cuatro meses de comunicación
con el demandado a través de distintos canales. Aunque algunos
mensajes fueron respondidos, al no recibir ni los productos comprados
ni el reembolso del dinero, tomó la decisión de iniciar el proceso
legal.
En primera
instancia, presentó un reclamo ante el organismo de Defensa al
Consumidor de Río Negro. Posteriormente, se programó una audiencia
de conciliación, pero la parte demandada no compareció. Ante esta
situación, la mujer procedió a presentar la demanda de menor
cuantía en el Juzgado de Paz.
Como pruebas
de la presunta estafa, la demandante presentó el detalle de la
compra, la confirmación de la misma, la acreditación del pago, el
desglose de la tarjeta de crédito Visa con el registro del primer
pago, copias de las conversaciones mantenidas por Instagram,
intercambios de correos electrónicos y una copia del expediente
administrativo ante Defensa al Consumidor.
En las
conversaciones, se mencionaba un número de seguimiento que luego
apareció registrado como un paquete entregado en la ciudad de
Concordia.
Finalmente, la jueza de Paz subrogante dictaminó que
el propietario de "Irish Juegos Didácticos" debe abonar a
la mujer el costo actualizado de los juegos, más casi 80 mil pesos
por daño extrapatrimonial y daño punitivo.
24 noviembre 2024
Judiciales