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Las calles del balneario El Cóndor vuelven a presentar serios inconvenientes por anegamientos, producto de desbordes vinculados al sistema de provisión de agua. A pesar de múltiples reclamos y promesas de solución, vecinos de la zona aseguran que el problema persiste desde hace años y que se ha agravado en el último tiempo.

Sergio Tripailao, residente permanente del barrio desde hace más de diez años, expresó su preocupación por una situación que, según relata, se repite con frecuencia en el sector donde vive, específicamente en la intersección de las calles 57 y 100. Allí, denuncia que no solo las lluvias generan inundaciones, sino que también los derrames provenientes del sistema administrado por Aguas Rionegrinas S.A. (ARSA) han provocado serios inconvenientes.

El vecino informó que en 2023 presentó un expediente ante la Defensoría del Pueblo de la provincia, lo que derivó en una respuesta del Departamento Provincial de Aguas (DPA), organismo de control que se comprometió a buscar una solución. Sin embargo, Tripailao afirmó que en lo que va del 2025 ya se han registrado al menos tres episodios similares, siendo el último, ocurrido recientemente, de una magnitud mucho mayor. "Ayer fue terrible", expresó, y detalló que registró en video el estado de la calle completamente anegada.

Según explicó, el reservorio de agua ubicado a tres cuadras de su domicilio, en cercanías de la planta potabilizadora del Ceferino, podría ser uno de los focos del problema. Este depósito recibe agua captada a unos 10 kilómetros de El Cóndor, que luego se procesa para el consumo. Para Tripailao, las fallas en este sistema podrían estar generando los constantes desbordes hacia las calles.

Además, cuestionó el accionar del DPA y la falta de voluntad política para exigir a ARSA las obras necesarias. “Uno de los jefes del DPA me dijo que si los aprietan mucho, los llama el gobernador y les tira de las orejas”, indicó, en referencia a conversaciones que mantuvo con exfuncionarios del organismo. También remarcó que presentó nuevamente el reclamo en la Defensoría del Pueblo esta semana, sin que hasta el momento se haya logrado avanzar con una solución concreta.

Tripailao relató que, al intentar buscar respuestas en la Delegación Municipal, le informaron que no tenían competencia sobre el tema y lo derivaron nuevamente al DPA. “He hecho el reclamo por la Junta Vecinal y por todos lados, ya no sé qué hacer”, sostuvo. También denunció que el paso constante de maquinaria por la zona agrava la situación, ya que profundiza el desnivel de la calle y expone más arcilla, lo que vuelve el tránsito prácticamente imposible. “Intenté cruzar la calle y no se puede, te quedás pegado. Se te pega el zapato abajo”, describió.

Finalmente, el vecino remarcó que su intención no es generar un conflicto, sino buscar una solución que ponga fin a una problemática que afecta no solo a su familia, sino a muchas personas que viven o visitan el sector. “Ojalá nos escuchen”, concluyó.