Si la diabetes no está correctamente controlada, se pueden dañar los ojos. Este daño consiste en lesiones en los pequeños vasos sanguíneos de la retina (denomina retinopatía diabética). Además aumenta el riesgo de padecer glaucoma, cataratas y otros problemas oculares. Es posible que el paciente por sí solo, no sepa que hay algún daño a los ojos hasta que el problema sea muy grave, por lo cual es clave realizar controles oftalmológicos pautados con el equipo de salud para detectar rápidamente problemas y de esta manera trabajar en ellos en forma temprana prescribiendo tratamientos para evitar daños peores.
La frecuencia con que se debería practicarse un examen de la vista dependerá de la historia médica, familiar y síntomas. La recomendación general, seria que en ambos tipos de Diabetes (1 y 2) y en ausencia de de lesiones compatibles con retinopatía diabética, realizar un examen oftalmológico completo cada 12 meses. Se puede requerir controles más frecuentes si se constata una retinopatía diabética activa o que progresa.
31 octubre 2024
Viedma