La ministra de Educación y Derechos Humanos, Mónica Silva, sentenció que el gobierno provincial no será  “indiferente a que no hubo clases durante nueve días, esto tiene que tener consecuencias”. De esta manera ratificó la decisión de realizar los descuentos salariales a los docentes que adhirieron a los paros pautados por UnTER.

Luego de que el gremio docente condicionará aceptar el aumento del 21% que había ofrecido el Gobierno si no se descontaban los días de paro, Silva afirmó que se mantendrán "inflexibles en la determinación de avanzar" en los descuentos. El acuerdo salarial iniciaba con un 12% de suba en marzo.

Al analizar la postura de UnTER, Mónica Silva acusó que “en vez de plantearnos esto como una negociación salarial en beneficio de los docentes, nos plantearon el no descuento de los días de paro”. Además, agregó que “teníamos la disposición de negociar tramos de la grilla salarial que el gremio había objetado, para corregirlos y dejarlos a un criterio común de ambas partes. Esperábamos que se nos planteara el acortamiento del tramo de septiembre”.

En sus declaraciones a medios de prensa, Silva planteó que la medida de fuerza gremial fue realizada en base a una demanda hacia el Gobierno Nacional.

Al ser consultada por un posible reinicio de medidas de fuerza por parte de UnTER, la Ministra consideró que avanzar con esa alternativa gremial “no sería una cuestión inteligente. Si uno mira alrededor, se da cuenta que, a todas luces, este ofrecimiento salarial es muy contundente, porque atiende diferentes aspectos del salario docente y con mucha puntualidad el nomenclador salarial, jerarquiza los cargos de Dirección. Un docente que ejerce la Dirección en una escuela de jornada completa va a cobrar $41.000; un supervisor, $51.000”.