Tras los violentos hechos ocurridos hacia el mediodía de hoy, a metros de la Legislatura provincial, tanto el Gobierno de la provincia como la Asociación Trabajadores del Estado brindaron versiones muy contrapuestas de los sucesos.
Desde temprano, Ate se manifestó en los puentes y en el acceso Sur y resolvieron marchar hacia la Legislatura al inicio del debate del Plan Castello.
Las primeras escaramuzas se sucedieron en la intersección de Saavedra y San Martín, donde un nutrido cordón de policías trataba de impedir el paso de manifestantes por el pasillo dejado al lateral del vallado.

Varias imágenes recabadas durante los hechos, muestran al secretario general de la CTA, Rodolfo Aguiar, tratando de apaciguar los ánimos y exigiéndo a sus representados que cesen en la agresión.
No fue posible e inmediatamente otro grupo derribó la valla para acercarse al ingreso del edificio parlamentario, donde otro cordón de policías custodiaba el acceso.
Allí la situación se tornó incontrolable y, otra vez, de acuerdo a las mismas imágenes, Aguiar era quién pedía que se calmaran los ánimos y algunos policías hacían lo propio con sus colegas.
Cuando por orden del dirigente gremial la columna se retiraba del frente de la Legislatura para sumarse otra vez al grueso de la manifestación, la brigada COER inició la represión con gases lacrimógenos y balas de goma.
La normalidad tardó en volver y después de apaciguar los ánimos comenzó la pirotecnia verbal, esta vez entre el propio Gobernador y el dirigente mencionado.
Lo real es que alrededor de 20 personas, la mayoría de ellos manifestantes, debieron ser atendidos en el hospital Artémides Zatti por diversos grados de lastimaduras.
También casi una decena de efectivos policiales debieron recibir asistencia médica, víctimas de golpes e impactos de elementos contundentes.
Weretilnek

“Esa dirigencia gremial pretende justificar esta barbarie en el rechazo a una ley que cuenta con el apoyo de los representantes del pueblo, y que no representa la más mínima afectación de las cuestiones laborales de los trabajadores rionegrinos a quien este minúsculo grupo de violentos dice representar. Todo lo contrario, el Plan Castello significa no solamente un aporte fundamental para el desarrollo rionegrino, sino la posibilidad de generar miles de puestos de trabajo para nuestros comprovincianos”, manifestó el gobernador Alberto Weretilneck.
El gobierno provincial pidió además a la Justicia que "esté a la altura de las circunstancias" y "tome las medidas necesarias para detener esta locura violenta que se escuda detrás de un supuesto reclamo gremial".
El gobernador añadió que “el Estado ha sido siempre respetuoso de los derechos de los trabajadores a manifestarse, y durante esta gestión de Gobierno hubo una estricta política de no represión de la protesta. No obstante, este mismo respeto nunca fue evidenciado por estos gremios, cuyos dirigentes habían generado constantes provocaciones en la búsqueda de una reacción policial que justificara una reacción violenta”.
“Nunca lograron su objetivo –agregó-, pero hoy sobrepasaron todos los límites y en un claro ejemplo de barbarie atacaron sin piedad a los policías que lo único que hacían era cumplir con su trabajo y resguardar los bienes públicos que pertenecen a todos los rionegrinos”.
Aguiar

Por su parte, Aguiar respondió. "El gobernador Weretilneck sabe mejor que nadie que si hubiera diálogo, si las instituciones del Estado funcionaran correctamente y no trataran a los estatales como marginales, seguramente no habría hechos de violencia que lamentar", advirtió el referente de los estatales y agregó: "Es la discriminación constante del Gobierno, a través de sus instituciones como la Secretaría de Trabajo, la que genera violencia".
"Repudiamos los hechos lamentables que se sucedieron, pero debemos dejar claro que acá no hubo enfrentamiento. Esto fue una represión pensada, diseñada y llevada a la práctica por el Gobierno", concluyó Aguiar.

16 diciembre 2025
Viedma