Una multitudinaria marcha tendrá lugar mañana en la Ciudad de Buenos Aires, en repudio a la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que se desarrollará entre el 10 y 13 de diciembre en Argentina. Desde las 16 horas los manifestantes de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma y de la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE) se congregarán en la Plaza de Mayo. Para ello, una comitiva de los mencionados sindicatos partió desde Río Negro para formar parte de esta movilización.

“Tanto la realización de la XI Reunión Ministerial de la OMC en Buenos Aires, como que el año próximo Argentina presida el Grupo G-20 son una muestra clara de la profundización de la liberación de la economía y del comercio, lo que se avecina con más ajuste y precarización de la clase obrera”, consideraron desde ATE y CTA.

Agregaron: "Con esta reunión de la OMC buscan los consensos para eliminar todo tipo de legislación, abaratando la mano de obra y que los trabajadores del mundo comencemos a disputarnos sobre quién en más barato, porque de eso va a depender la radicación o no de las empresas. En realidad, no se busca ningún consenso, sino que los países imperiales y las transnacionales vienen a imponernos la flexibilización laboral", señaló Rodolfo Aguiar, Secretario General de ATE y CTA Río Negro y completó: "La reforma laboral en Argentina, que impulsa el Gobierno de Macri, se apunta en esta línea, de la mano del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Pero esta receta de achicar y ajustar, reduciendo los costos laborales ya la conocemos, históricamente ha fracasado y lo único que hace es incrementar la crisis y descargarla sobre los trabajadores. Por eso nos movilizamos el domingo y decimos 'No a la OMC".

Es que la mencionada reunión de Buenos Aires intenta reinstalar, en el ámbito multilateral, el debate sobre una serie de temas de agenda que no sólo tienen que ver con el comercio de bienes y servicios, sino con los procesos de facilitación comercial, el comercio electrónico, el siempre polémico y nunca resuelto asunto del capítulo agrícola y la cuestión del comercio del sector pesquero, así como la posible eliminación de subsidios.