El intendente de Sierra Grande Nelson Iribarren sigue dispuesto a hacer todo lo que esté dentro de sus posibilidades para se concrete la instalación de la controvertida central nuclear china dentro del ejido municipal de Sierra Grande. En ese derrotero hoy envió al Concejo Deliberante un proyecto para derogar la ordenanza 14 de 1996 que declaró a la localidad Zona No Nuclear y que el mismo Iribarren había votado como presidente del legislativo municipal en ese entonces.
La ordenanza en cuestión se aprobó durante la intendencia del Justicialista Adrián López, en un contexto en el que la mayoría de las localidades patagónicas rechazaban la posibilidad de la instalación de un basurero nuclear en la localidad chubutense de Gastre, muy cerca del límite con la provincia de Río Negro.
El proyecto de derogación de la ordenanza fue elevado hoy por el jefe comunal al presidente del Concejo Deliberante Guillermo Di Napoli Lillo.
El proyecto cuenta con una carilla de fundamentos y en su artículo fundamental simplemente establece: "derógase en todos sus términos la ordenanza Nº014/96 del Concejo Municipal de Sierra Grande".
En los considerandos del proyecto Iribarren argumentó que la ordenanza tiene más de 20 años y que su objetivo era prohibir la radicación de los denominados basureros nucleares y que por su redacción prohibe cualquier acción relativa a la actividad nuclear, como así también la radicación de plantas de energía nuclear en el ejido.
Iribarren no hace mención al proyecto del reactor argenchino que impulsa el gobierno nacional, ni del poco convocante plebiscito que se realizó en diciembre pasado en el que se impuso el voto favorable al emplazamiento nuclear.
Refiere que la actividad nuclear se encuentra en auge en Europa y Sudamérica y ponderó entre sus virtudes que se trata de una "energía limpia", que no genera efecto invernadero, ni gases, ni partículas contaminantes y que garantiza el suministro eléctrico todo el año.
4 abril 2024
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