El fiscal de Estado, Julián Fernández Eguía, presentó la renuncia a su cargo este lunes, luego de haber transitado casi 6 años de gestión. De este modo, se abre una vacante en uno de los organismos de control de la gestión del gobierno rionegrino.

Fernández Eguía adujo una cuestión meramente personal y consideró que cumplió con sus objetivos dentro del organismo. Así se lo comunicó a la gobernadora, Arabela Carreras, en una nota enviada confirmando su decisión.

Su renuncia se motiva en “la necesidad de encontrar nuevos desafíos profesionales, laborales y personales, entendiendo que he cumplido con los objetivos de gestión propuestos para este período de transición ordenada del organismo”.

Fernández Eguía dijo además que “se garantizó la continuidad en tan trascendental tarea como lo es el control de legalidad de todos los actos emitidos por el Estado y su defensa en juicio, transmitiendo a esta nueva gestión provincial un organismo en pleno funcionamiento y en condiciones de responder a las exigencias actuales y futuras”.

En otra nota que le envió a los 62 empleados de la Fiscalía de Estado, Fernández Eguía les agradeció la colaboración y les puntualizó que su salida fue acordada con la gobernadora Carreras y con el senador, Alberto Weretilneck.

El todavía Fiscal ingreso como titular de ese organismo en noviembre de 2014, reemplazando al sorista Pablo Bergonzi, quien no pudo establecer durante su permanencia criterios acordes a los del ex gobernador Weretilneck, ni lazos cordiales con su personal.

Hasta el momento no se conoce oficialmente quién podría ocupar el lugar de Fernández Eguía, pero es posible que ya haya reemplazante, si se tiene en cuenta que su renuncia se evalúa en el Gobierno desde el año pasado.

Por el momento, hasta que la Gobernadora decida quién quedará al frente del organismo y éste sea ratificado por la Legislatura provincial, estará al mando de la Fisaclia el adjunto, Martín Mena.