En Sierra Grande Iribarren impulsa reactivar una solución

Al problema de la falta de agua

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El exintendente de Sierra Grande, Nelson Iribarren, dijo que busca reactivar el proyecto que impulsó en su momento para que la localidad tenga una solución definitiva a la falta de agua.

Explicó que “hay que hacer un poco de historia y recordar que en 2010, durante su gestión como jefe municipal, se diseñó un proyecto para captar agua del canal  Pomona-San Antonio, transportándolo por la transformación del exgasoducto llamado teniente General Perón en un acueducto, con un recorrido de más de 130 kilómetros”. Mencionó que la obra “se licitó en 2011 y se adjudicó en el segundo semestre de ese mismo año,  pero finalmente se dio de baja ni bien asumió la gestión provincial el exgobernador Carlos Soria”.

Iribarren señaló que “en los últimos años faltó en Sierra Grande una mirada integradora como la que tuvo el exgobernador Alberto Weretilneck y que se expresó en  el Plan Castelo; la candidatura a gobernador del actual senador genera la expectativa de retorno de esa mirada y que la prioridad para nuestra localidad es el agua como basamento para su desarrollo y el crecimiento poblacional que se prevé”.

Iribarren señaló que el acueducto para la captación de agua del canal Pomona-San Antonio estaba pensado para llegar al ferroducto que va a hacia Punta Colorada, en función que se había reactivado MCC Minera Sierra Grande. Agregó que “ahora podría resolver la cada vez más escasa provisión de agua desde las nacientes de la Meseta de Somuncura, con dos acueductos que igualmente podrían seguir complementando las demandas del servicio”.

“No sólo estamos hablando de solucionar la problemática del agua para la localidad y el balneario Playas Doradas, sino para cubrir las demandas de dos proyectos centrales para el desarrollo como son la planta de producción de hidrógeno y la construcción de un puerto de exportación de crudo en Punta Colorada y un oleoducto proveniente de Vaca Muerta”, afirmó.

Iribarren reflexionó en este sentido que “el crecimiento demográfico por todos esos proyectos, al igual que con el desarrollo turístico que seguirá teniendo Playas Doradas más el impacto del nuevo parque nacional Islote Lobos, va a requerir del agua en proporciones mayores a las actuales”.

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