No cesa la pelea interna por el control del Partido del Trabajo y la Equidad (PARTE): por un lado el sector de la exsenadora Magdalena Odarda y sus hijos, Ernesto Montecino Odarda y el legislador del Frente de Todos, Facundo Montecino Odarda intentan mantener el liderazgo de ese sector político, mientras que por otro lado la línea de Andrés Alvarenga y Rosa Pavletich pretenden, según sus expresiones, una apertura en las decisiones.

Buena parte del enfrentamiento tiene que ver por el alineamiento que tomará PARTE en las elecciones provinciales del 16 de abril próximo.

La convención partidaria del 11 de enero había suspendido las afiliaciones de Odarda y los hermanos Montecino Odarda y otros dirigentes, pero el viernes pasado la jueza Federal de Viedma, Carolina Pandolfi anuló esa decisión impulsada por Alvarenga y Pavletich y devolvió a Odarda y su hijo Ernesto en los lugares de apoderados del partido y dejó también sin efecto la suspensión de afiliaciones.

Tras esa medida ahora un grupo de más de 150 afiliados disidentes a Magdalena Odarda piden que la conducción nacional de PARTE intervenga el partido en la Provincia bajo la advertencia de que si eso no ocurre abandonarán el partido y su correspondiente afiliación.

En el pedido que formularon a la conducción nacional, que incluye una misiva, mencionan al sector de Odarda como “el espacio de la Familia Odarda”, al que acusan de haber puesto “en riesgo el buen funcionamiento de nuestro partido y vulneraron derechos del colectivo de afiliados de la Provincia”.

“Solicitamos de manera urgente nombre los interventores que llevarán adelante la normalización del partido en Río Negro”, expresa la nota, que a continuación propone a Alvarenga y Pavletich como interventores.