El titular de la Uocra en la región, Damian Miler, confirmó las dificultades que existen en la continuidad de las obras tanto públicas como privadas debido a la inflación y la situación económica nacional.

El análisis del escenario actual fue una de las temáticas planteadas al ministro de Obras Públicas, Carlos Valeri quien la semana pasada los visitó en la sede gremial.

“Analizamos las obras que vienen con cierta demora debido al contexto de la situación económica por la inflación. Fundamentalmente, las obras de viviendas de las cuales no se formalizan contratos por no haber previsibilidad económica. Las empresas constructoras demoran el inicio de los planes.

La inflación no afecta sólo a las obras y los futuros proyectos sino también a las que están en ejecución como la planta potabilizadora del DPA que esta paralizada”, sostuvo.

Dijo que se pidió la reestructuración del contrato original ya que “la obra con el precio inicial es inviable y se hace necesaria una adenda”.

“Mientras tanto vamos perdiendo puestos de trabajo, las empresas despiden trabajadores, en la medida que se van terminando las obras quedamos sin esos puestos. Lo que veíamos con buenos ojos a finales del segundo semestre del año pasado hoy vemos decrecimiento y preocupación”, indicó Miler.

En cuanto a la obra privada del Casino en el predio de Sol de Mayo dijo que “sigue con un ritmo no deseado pero constante, está en su etapa de finalización. A la empresa cada día le cuesta más, no porque deba pagar mayores salarios sino por el cambio de precios de materiales y la falta de stock; no hay entrega y se dificulta mucho llevar adelante la obra”.

La obra de la terminal “enfrenta muchas dificultades por la situación económica. Se realiza con fondos nacionales y el Municipio hace todos los esfuerzos para sostener el ritmo. La obra vale más de mil millones ejecutarla y hoy se está haciendo cargo el municipio. No sabemos por su capacidad por cuánto tiempo más se podrá sostener”.

Explicó por otro lado que “en relación al edifico del Ipross son fondos del Plan Castello, por lo cual no hay inconvenientes, pero sí en la curva económica de la empresa. Quedan los rubros más caros, calefacción, aire acondicionado y la parte eléctrica y se le está dificultando a la empresa hacer frente a esos costos”.

Dijo que es un problema que “las empresas proveedoras no entregan materiales si no hay pago previo y luego tampoco entregan en forma inmediata”. Eso también afecta a obras privadas y a pequeñas obras públicas como la del aeropuerto o algunos jardines.

“Hay edificios privados que fueron solicitados permisos de construcción y se están ejecutando las obras normalmente, pero con todas estas dificultades. Quienes manejan los precios retienen los materiales a la espera de nuevos aumentos”, afirmó.