La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) manifestó preocupación por el avance en la reforma de la Ley de Alquileres que logró media sanción en la Cámara de Diputados y que se encamina a ser revisada en el Senado de la Nación. 

Entre los puntos que más alarman a los trabajadores y trabajadoras es que el nuevo texto establece que la vigencia de los contratos entre inquilinos y propietarios se reduzca de tres a dos años.

Asimismo, la actualización  ya no se realizará de manera anual, sino que podrá efectuarse dentro de un plazo de entre cuatro y 12 meses y el índice de ajuste del valor del alquilar se acuerda entre las partes, pudiendo utilizarse para determinar el monto el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Índice de Precios Mayoristas (IPM) y/o el Índice de Salarios (IS) elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), o bien una combinación de todos los mencionados.

Todo esto, no hace más que seguir presionando sobre los inquilinos, que cada vez cuentan con menos herramientas para conseguir cierta estabilidad en un derecho fundamental como es el acceso a la vivienda, que de por sí ya se encuentra gravemente vulnerado.  

"Las modificaciones que se proponen solo perjudican a las y los trabajadores, a quienes perciben los salarios más bajos. El déficit habitacional alcanza un 55% , el Estado debe invertir para garantizar mejor calidad de vida a la gente,  no trabajar en medidas perjudiciales que atentan contra su bienestar. No podemos estar cada 4 meses bajo presión  por la actualización del alquiler  en medio de la gran crisis que estamos atravesando", señaló Rodrigo Vicente, secretario general de ATE Río Negro.

"Es desacertado plantear estás medidas irrisorias en medio de la crisis que golpea al pueblo argentino sobre todo a quienes menos ganan. Una ley de estás características lo único que va a lograr es dejar a muchos familias viviendo en la calles", expresó por su parte Carolina Suárez, secretaria general de la seccional Allen de ATE.

Es así que, para ATE estos avances lejos de dar una solución a este conflicto, no hacen más que seguir golpeando a quienes alquilan, generando una gran preocupación por el futuro próximo.