La investigadora del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, Mahuen Gallo, explicó los números registrados por esa entidad en la comarca referidos a la variación de precios durante el mes de agosto y valoró que existió una mejora en la relación con el salario mínimo, vital y móvil.
Al respecto dijo que mientras el aumento de precios de alimentos en grandes supermercados -que es la franja en la que realizan sus mediciones- de un mes al otro fue del 10.6 por ciento, también hubo a nivel nacional un aumento del SMVM, en las jubilaciones y pensiones y en las Asignaciones Universales.
“Ahora se necesitan 1.6 Salarios Mínimos para alcanzar la canasta básica alimentaria y los meses anteriores veníamos con una relación de 2 o 2.2”, afirmó.
“Nosotros venimos trabajando en la medición de la canasta alimentaria exclusivamente en grandes cadenas de supermercados, con más de una caja, no los comercios de cercanía o almacenes de barrio”, explicó. Para agosto se calculó que la canasta alimentaria es de 187 mil pesos.
Los mayores aumentos se dieron en los alimentos frescos, como la carne que aumentó un 36 por ciento. “La raíz del problema está en la cadena de conformación de precios, en la concentración en pocas empresas de la producción de alimentos”, afirmó.
En cuanto a la conveniencia entre comprar en comercios de cercanía o en supermercado dijo que los primeros “no tienen capacidad de lobby, stockeo o especulación y además deja la plata acá”. No obstante, reconoció que para el bolsillo lo conveniente es “a lo Lita de Lázzari, caminar y ver dónde compramos, ver dónde hay ofertas, aprovechar las ferias como la agroecológica para descontar las intermediaciones e incentivar las producciones locales, entre otras alternativas”.
13 septiembre 2024
Viedma