Darío Cabrera, Jefe del Servicio de Salud Mental destacó la concurrencia a la jornada que se realizó ayer en Plaza San Martín con motivo de conmemorarse el Día de la Salud Mental.

“Ha sido magnífica, un montón de gente, compañeros de trabajo y de la comunidad en general, con la intención de visibilizar lo que es la salud mental, sobre todo comunitaria. Es de lo que trabajamos nosotros, de acompañar y estar junto a nuestros usuarios día a día”, afirmó.

Sostuvo que la jornada “significa un espacio de autogestión, que se ha generado por los usuarios del servicio y por compañeros de trabajo, todo lo que producen en los diferentes talleres y espacios de reinserción sociolaboral”.

Por su parte, el director del Hospital Artémides Zatti, José Pacayut sostuvo que “si no hablamos de comunidad no podemos hablar de salud mental. Esa es la realidad. Nosotros cuando hablamos de salud mental y hablamos de usuarios de salud mental estamos hablando de vecinos de Viedma que están transitando un proceso particular de situación de vida. Y esto que vivimos tiene que ver mostrar que nosotros podemos estar compartiendo, haciendo cosas juntos, escuchando lo que ellos nos proponen, viendo lo que ellos producen, siendo parte de una sociedad sin que por eso tengan que ser ni discriminados, ni corridos de un espacio, ni dejando de ser atendidos”.

Insistió con que “esto es lo que se quiere mostrar y por eso estamos presentes acá, en este espacio público”.

Destacó que “Río Negro es una de las provincias pioneras en fomentar la ley de desmanicomialización, estamos hablando de la ley 2440 que ya va a cumplir más de 30 años”.

Afirmó que no se trata “sólo de visibilizar la problemática, porque la problemática es visible, el problema es qué hacemos con eso, hacia dónde apuntamos y dónde queremos tener a nuestros vecinos que están transitando por un problema de salud mental. Fundamentalmente la discusión pasa por ahí, fue la discusión hace 30 años, sigue siendo la discusión hoy”.

Comparó que “si hablamos de un diabético hipertenso, una persona con una enfermedad oncológica, ni nos planteamos cómo lo hacemos. No los corremos del sistema o los miramos desde otro lugar, esto es lo mismo, requieren un acompañamiento particular, un tratamiento específico, pero nada más que eso, tenemos que entender y por una vez por todas, aceptar que son vecinos de Viedma que viven con nosotros, que van a seguir viviendo con nosotros y que nosotros tenemos que poder también acompañarlos y ayudarlos a transitar toda esta etapa de su vida”.