En una reciente reunión de vecinos autoconvocados del barrio Don Bosco, se expresó una creciente preocupación por la falta de respuesta a los problemas de desbordes cloacales y otros inconvenientes urbanos. Según los asistentes, esta problemática persiste a lo largo de los años sin que se haya encontrado una solución efectiva.

Entre los reclamos específicos, se mencionó el desborde constante de líquidos cloacales en varias intersecciones del barrio, tales como Don Bosco y Misiones Salesiana, Don Bosco y San Francisco de Asís, Mazarelo y Aseto, y otros puntos críticos. Los vecinos temen que la situación empeore con la próxima inauguración del complejo que incluye un casino y un hotel, así como la conexión reciente del Club Sol de Mayo al sistema cloacal.

Además, se planteó la falta de cumplimiento de normas urbanísticas por parte del casino, específicamente en cuanto a los estudios de impacto ambiental y las adecuaciones necesarias para las conexiones de agua y cloacas. Los vecinos exigen que ARSA y otras autoridades competentes proporcionen información clara y tomen medidas inmediatas para evitar posibles riesgos de salud pública.

Los residentes destacaron que sus reclamos fueron dirigidos a diversos organismos y autoridades, incluyendo al entonces y actual gobernador Weretilneck, así como a diferentes intendentes, sin recibir una respuesta satisfactoria. Aunque reconocen que la principal responsabilidad recae en ARSA, los vecinos creen que el municipio debe involucrarse activamente en la resolución de estos problemas.

Otro tema de preocupación es el impacto del tránsito en el barrio, especialmente en horarios pico, lo que podría dificultar la movilidad de los residentes en situaciones de emergencia. Los vecinos también mencionaron la necesidad de conformar una junta vecinal formal para tener una representación más efectiva en sus reclamos. Aunque existe un compromiso verbal para la realización de elecciones vecinales en noviembre, los residentes esperan la formalización de este acuerdo.

Finalmente, durante la reunión se abordó el impacto de los eventos deportivos del Club Sol de Mayo en la calidad de vida de los vecinos cercanos, destacando las molestias causadas por el ruido y la afluencia de personas durante los partidos. Los vecinos reiteraron su deseo de que sus derechos sean respetados y que se tomen medidas para mitigar los inconvenientes.