La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) realizará mañana un paro de 36 horas en toda la Administración Pública, con una concentración en el Obelisco a las 12 del mediodía y una marcha hacia el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger. La medida, impulsada por el sindicato en respuesta a la pérdida del poder adquisitivo y los recientes despidos en el sector, es parte de una jornada de protesta que busca presionar por la reapertura de paritarias y mejoras laborales.

Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, destacó la necesidad de la movilización afirmando que “la única manera de evitar que el Estado termine de ser usurpado por los grandes grupos empresarios es estando en la calle". Aguiar denunció además el deterioro de los salarios y advirtió que un trabajador estatal con hijos no llega a cubrir los gastos del mes debido a la falta de actualización salarial, lo cual impulsa a los trabajadores a exigir un ajuste que permita recuperar el poder adquisitivo.

La protesta se produce en un contexto de creciente preocupación en el sector público, tras las declaraciones y decisiones del Gobierno, que incluyen la intención de congelar los salarios por el resto del año y el anuncio de futuras privatizaciones de bienes y servicios estatales. ATE demanda el fin de los despidos y la reincorporación de empleados desvinculados, así como la cancelación de medidas que buscan privatizar organismos estratégicos como la AFIP.

El paro se extenderá hasta el miércoles 30 de octubre, fecha en la que además confluirá con una huelga de transporte, lo cual incrementará la movilización en la Ciudad de Buenos Aires. Desde el sindicato sostienen que la falta de respuesta a sus demandas incrementará la conflictividad social y atribuyen al Gobierno la responsabilidad de garantizar la paz social mediante políticas de ajuste justas y negociadas.

La situación de los trabajadores estatales se agrava por lo que el sindicato califica como una “estafa” a la ciudadanía, al señalar que “no había un Estado sobredimensionado” y que las políticas vigentes generan desigualdad. Ante la inminente pérdida de inmuebles estatales y el deterioro del poder adquisitivo, ATE ratificó su compromiso de seguir en la lucha hasta obtener respuestas concretas que salvaguarden las condiciones laborales y la integridad del sector público.