La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) se manifestó este lunes en diversos edificios públicos de la provincia de Río Negro para exigir un aumento salarial y la renovación de contratos para más de 4.000 trabajadores cuyos contratos vencen el 31 de diciembre. El sindicato criticó fuertemente la política de congelamiento salarial, que, según afirmaron, agudizó la pérdida de poder adquisitivo entre los trabajadores estatales.

Romeo Aguiar, secretario gremial de ATE, indicó que en los últimos tres meses la provincia sumó más personas a la pobreza. “La canasta mínima en la Patagonia es de $1.514.000, y la mayoría de los trabajadores estatales está por debajo de la línea de pobreza”, señaló, citando estadísticas internas de ATE basadas en datos del INDEC.

El reclamo no solo se centró en el ajuste salarial, sino también en la renovación de contratos de locación, horas cátedra y otras relaciones laborales informales que finalizan este mes. ATE expresó su preocupación por la posibilidad de que el gobierno decida discontinuar estos contratos, dejando a miles de trabajadores en una situación de incertidumbre laboral.

Aguiar también denunció la discriminación que sufren los trabajadores estatales sin estabilidad laboral, quienes, a pesar de realizar las mismas tareas que el personal con estabilidad, no cuentan con los mismos derechos. “Sus derechos de estabilidad laboral debieran ser los mismos, tal como lo dicta la Constitución Nacional”, afirmó el dirigente gremial.

El sindicato destacó que la falta de estabilidad laboral afecta gravemente las condiciones de los trabajadores, quienes se ven expuestos a la precarización, además de las tensiones que genera el congelamiento salarial. ATE continuará con sus movilizaciones y gestiones ante las autoridades provinciales para resolver estos conflictos laborales.