La muerte de una docente puso nuevamente en debate las dificultades que enfrentan los trabajadores de la educación al solicitar licencias médicas en casos de enfermedades graves o situaciones traumáticas. Según manifestó Elizabeth Barrera, secretaria general de Unter Viedma, el actual sistema de licencias implica un complejo proceso burocrático que muchas veces se convierte en una barrera para quienes necesitan asistencia inmediata.
Barrera explicó que el procedimiento para acceder a una licencia médica comienza con la notificación a la institución y la carga del certificado en la página de ausentismo docente. Luego, la Auditoría Médica evalúa la solicitud y decide si la patología declarada justifica la licencia. En casos más complejos, se requiere la intervención de la Junta Médica, que puede derivar la decisión a una vocalía encargada de determinar si la persona está en condiciones de continuar al frente del aula o de cumplir tareas en otro ámbito.
Además, la dirigente gremial advirtió que el régimen de licencias docentes es restrictivo, con un límite de 20 días para licencias de corto tratamiento y hasta 365 días en casos más graves. "Después de eso vienen las excepciones y ahí es donde surgen los problemas", señaló Barrera, quien destacó que algunos docentes deben atravesar largos procesos administrativos antes de obtener una resolución favorable.
En este sentido, mencionó que existen otros casos similares al de la docente fallecida que están siendo monitoreados por el sindicato. "No conozco la gravedad de la situación en Beltrán, pero sí tenemos otros compañeros que requieren excepcionalidad en sus licencias", afirmó. Según indicó, el gremio está interviniendo a través de su vocal gremial para gestionar estas excepciones y garantizar que los docentes en situaciones críticas reciban el acompañamiento necesario.
21 marzo 2025
Gremiales