La controversia por la posible habilitación de plataformas digitales de transporte como Uber se intensifica en diversas localidades de Río Negro. En General Roca, la discusión tomó un nuevo impulso tras la presentación de un proyecto de ordenanza por parte del bloque de La Libertad Avanza, que busca habilitar el funcionamiento de este tipo de servicios. La iniciativa fue duramente rechazada por UPETAX, el sindicato que representa a los choferes profesionales de taxis, que considera que su implementación precariza el trabajo y vulnera normas vigentes.

El sindicato expresó su preocupación a través de un comunicado en el que cuestiona la legalidad, las condiciones laborales y la seguridad que ofrecen las plataformas digitales frente al sistema tradicional de transporte. Los referentes sindicales señalaron que los conductores de Uber no cuentan con habilitaciones específicas para el transporte de pasajeros, no tributan al sistema previsional y no garantizan seguros adecuados para los usuarios.

En la ciudad de Roca, la normativa que regula el servicio de taxis fue actualizada recientemente tras un proceso de debate entre propietarios, gremios, autoridades municipales y representantes del Ministerio de Trabajo. Según UPETAX, esta ordenanza local garantiza estándares de calidad, seguridad y condiciones laborales que las plataformas no cumplen. Por eso, desde el gremio instan a que se mantenga y respete el esquema vigente.

Sin embargo, la presión social por la llegada de estas aplicaciones sigue creciendo en distintas ciudades rionegrinas. Desde Viedma hasta Bariloche, cada vez más usuarios reclaman mayor variedad de opciones en el transporte urbano, impulsando debates en Concejos Deliberantes y forzando a las autoridades municipales a evaluar nuevas regulaciones. Aunque en muchos casos los proyectos son resistidos, en otros comienzan a abrirse instancias formales de discusión.

“Lo que propone Uber es un modelo que, en lugar de generar empleo genuino, transfiere los riesgos y costos al conductor, mientras la plataforma se lleva una parte significativa del ingreso”, aseguraron desde UPETAX. Según el gremio, los conductores de estas aplicaciones deben absorber los costos de mantenimiento del vehículo, tributar hasta el 30% de cada viaje a la empresa y operar sin respaldo en materia de jubilación ni obra social.

A pesar de estas advertencias, el escenario parece inclinarse hacia una transformación inevitable. Con los avances tecnológicos y la demanda creciente de parte de usuarios que priorizan la accesibilidad y la disponibilidad del servicio, varios municipios rionegrinos ya analizan cómo legislar al respecto. Algunos funcionarios reconocen que, tarde o temprano, se abrirá una puerta que difícilmente pueda cerrarse.

Mientras tanto, el gremio de taxistas refuerza su presencia institucional y busca visibilizar el impacto que estos cambios podrían tener sobre el empleo local. En su reciente comunicado, UPETAX apuntó directamente contra el modelo económico promovido por el partido proponente del proyecto, al que acusan de proteger los intereses de grandes corporaciones digitales en detrimento de los trabajadores.

El debate sigue abierto, y aunque por ahora no hay definiciones oficiales sobre el futuro de Uber y otras aplicaciones en General Roca, la discusión ya se instaló con fuerza en la agenda pública y política. Con posiciones encontradas y un marco legal aún en desarrollo, el desenlace de esta disputa podría marcar el rumbo de futuras decisiones en otras localidades de la provincia.